Página 297 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

Tiempos peligrosos
293
y santidad son los verdaderos seguidores de Jesús; y los tales no
pueden dedicarse a las conversaciones frívolas e insensatas de los
amadores del mundo, y tampoco pueden disfrutar de ellas.
Tenemos ante nosotros un día de amarga angustia. Se me mos-
tró que era necesario dar testimonios definidos, y que los que se
adelantaran a prestar ayuda al Señor recibirían su bendición. Los
observadores del sábado tienen una obra que deben hacer. Se me
mostró que los vestidos provistos de aros de alambre eran una abo-
minación y que la influencia de todos los observadores del sábado
debía reprobar esta moda ridícula, que ha sido una pantalla de iniqui-
dad y que surgió en una casa de mala fama de París. Me fueron
mostradas algunas personas que rechazarían la instrucción, aunque
ésta procediera del cielo; urdirán excusas para evitar el testimonio
más definido, y desafiando toda luz usarán los aros en los vestidos
porque es la moda, y correrán el riesgo de las consecuencias.
Se me presentó la profecía de (
Isaías 3
) aplicada a estos últimos
días, y los reproches se dan a las hijas de Sión que piensan única-
mente en las apariencias y en el exhibicionismo. Leed el versículo
[245]
25: “Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra”. Se me
mostró que este pasaje se cumpliría estrictamente. Serán probados
los jóvenes de ambos sexos que profesan ser cristianos, y que sin
embargo no han manifestado una experiencia cristiana, no han so-
portado ninguna carga y no han sentido responsabilidad individual.
Se verán rebajados hasta el polvo y anhelarán tener una experiencia
en las cosas de Dios, que dejaron de obtener.
La guerra se ciñe el casco de batalla;
oh, Dios, protege ahora a tu pueblo.
* * * * *