Página 311 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El poder del ejemplo
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(
1 Juan 3:1
): “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce,
porque no le conoció a él”.
(
1 Juan 2:15-17
): “No améis al mundo, ni las cosas que están
en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en
él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre”.
(
2 Pedro 2:20
): “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de
las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y
Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su
postrer estado viene a ser peor que el primero”.
(
Santiago 4:4
): “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad
del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera
ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios”.
(
Santiago 1:27
): “La religión pura y sin mácula delante de Dios
el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribula-
ciones, y guardarse sin mancha del mundo”.
(
Tito 2:12
): “Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a
los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosa-
mente”.
(
Romanos 12:2
): “No os conforméis a este siglo, sino transfor-
maos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”.
(
Lucas 6:22-23
): “Bienaventurados seréis cuando los hombres
os aborrezcan y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen
vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Gozaos
en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande
en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas”.
(
Juan 15:16-19
): “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y
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vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en
mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes
que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero