Página 323 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Filosofías vanas y engañosas
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nuestra humanidad. La frenología y el mesmerismo son exaltados
notablemente. Son buenos en su lugar, pero son utilizados por Sata-
nás como sus más poderosos agentes para engañar y destruir a las
almas. Sus artificios y estratagemas son recibidos como si procedie-
ran del cielo, y la fe en el detector de engaños, la Biblia, es destruida
en las mentes de miles de personas. En esta forma Satanás recibe
la adoración que conviene a su satánica majestad. Miles mantienen
trato con este dios demoníaco y reciben instrucciones de él, y obran
de acuerdo con sus enseñanzas. El mundo que supuestamente recibe
tanto beneficio de la frenología y del magnetismo animal, nunca
estuvo más corrompido. Satanás utiliza estas mismas ciencias para
destruir la virtud y colocar el fundamento del espiritismo.
Se me indicó que el pasaje de (
Colosenses 2:8
) se aplicaba espe-
cialmente al espiritismo moderno: “Mirad que ninguno os engañe
por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo”. Me fue
mostrado que miles de personas, afectadas por la filosofía de la freno-
logía y el magnetismo animal, han sido impulsadas a la incredulidad.
Si la mente se encamina en esa dirección, es casi seguro que perderá
su equilibrio y quedará dominada por un demonio. “Vanas sutilezas”
llenan la mente de los pobres mortales. Se creen poseedores de un
poder capaz de realizar grandes obras, y no sienten la necesidad
de un poder superior. Sus principios y su fe son “conforme a los
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elementos del mundo, y no según Cristo”. Jesús no les ha enseñado
esta filosofía. Nada de esta índole puede hallarse en sus enseñanzas.
El no dirigió la mente de los pobres mortales a sí mismos, como si
poseyeran algún poder. Siempre la dirigía hacia Dios, el Creador del
Universo, como fuente de su fortaleza y sabiduría. En el (
versículo
18
) se da una amonestación especial: “Nadie os prive de vuestro
premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose
en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente
carnal”.
Los que enseñan el espiritismo se presentan en forma agradable
y seductora para engañaros, y si escucháis sus fábulas quedaréis
entrampados por el enemigo de la justicia, y perderéis ciertamente
vuestra recompensa. Una vez que os haya vencido la influencia
fascinadora del gran engañador, estaréis envenenados y su influencia
mortífera adulterará y destruirá vuestra fe en que Cristo es el Hijo