Página 442 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
expresan en lengua desconocida, dejan brillar de tal manera su luz
que los incrédulos dicen: “Esta gente no es cuerda; está arrebatada
por una falsa excitación, y sabemos que no tiene la verdad”. Los
tales estorban directamente el camino de los pecadores; su influencia
tiende a impedir a otros que acepten el sábado. Los tales serán
recompensados según sus obras. ¡Ojalá que se reformen o renuncien
al sábado! En tal caso no estorbarían el camino de los incrédulos.
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Dios ha conducido a hombres que han trabajado durante años,
que han estado dispuestos a hacer cualquier sacrificio, que han su-
frido privaciones y soportado pruebas para presentar la verdad al
mundo, y por su conducta consecuente han eliminado el oprobio que
los fanáticos impusieron a la causa de Dios. Han hallado oposición
de toda clase. Han luchado noche y día en busca de las evidencias de
nuestra fe, para poder presentar la verdad con claridad, en forma bien
eslabonada, a fin de que pudiesen resistir toda oposición. La labor
incesante y las pruebas mentales relacionadas con esta gran obra han
agobiado más de una constitución y encanecido prematuramente las
cabezas. No se han gastado en vano. Dios ha notado sus oraciones
fervientes acompañadas de lágrimas de agonía, en que se pedía luz y
verdad y que ésta resplandeciese con claridad delante de los demás.
Ha notado sus esfuerzos abnegados y los recompensará según sus
obras.
Por otro lado, los que no han luchado para destacar estas verdades
preciosas se han levantado y han recibido algunas doctrinas, ya
elaboradas como la verdad del sábado; y luego toda la gratitud que
sienten por lo que no les ha costado nada a ellos, pero mucho a otros,
la manifiestan levantándose como Coré, Datán y Abiram y arrojando
oprobio sobre aquellos a quienes Dios impuso la carga de su obra.
Y dicen: “¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos
ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová”.
Números 16:3
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Desconocen la gratitud. Poseen un espíritu terco, que no cede a la
razón, y que los llevará a su propia destrucción.
Dios ha bendecido a sus hijos que han avanzado, siguiendo las
oportunidades de su providencia. Ha sacado un pueblo de todas las
clases para colocarlo sobre la gran plataforma de la verdad. Los
incrédulos han quedado convencidos de que Dios estaba con su
pueblo, y han humillado su corazón para obedecer a la verdad. La
obra de Dios sigue constantemente hacia adelante. Sin embargo, a