Página 526 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais
estando en vuestra ignorancia sino, como aquel que os llamó es
santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está; sed santos, porque yo soy santo”.
1 Pedro 1:13-
16
.
El inspirado apóstol Pablo pide a Tito que dé instrucciones espe-
ciales a la iglesia de Cristo, “para que en todo adornen la doctrina de
Dios nuestro Salvador”. Dice: “Enseñándonos que, renunciando a
la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria,
justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniqui-
dad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”.
Tito 2:12-14
.
El apóstol Pedro exhorta a la iglesia: “Sed sobrios, y velad; por-
que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar”
1 Pedro 5:8
”. “Mas el fin de todas las
cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración”
1 Pedro
4:7
. Y además dice: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros
corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de
la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para
que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean
avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de
Dios así lo quiere, que haciendo el mal”.
1 Pedro 3:15-17
.
¿Se encuentran los jóvenes en una posición desde la cual con
mansedumbre y temor puedan dar una respuesta a toda persona que
les pida razón de su esperanza? Vi que los jóvenes no comprenden
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nuestra posición. Ante ellos se acumulan escenas terribles, un tiempo
de angustia que probará el valor del carácter. Aquellos en quienes
mora la verdad, para entonces estarán desarrollados. En cambio
los que hayan rechazado la cruz, descuidado la palabra de vida y
adorado su propio yo miserable, serán encontrados faltos. Están
entrampados por Satanás, y aprenderán demasiado tarde que han
cometido un grave error. Los placeres que habían buscado serán
amargos al final. El ángel dijo: “Sacrificadlo todo por Dios. El yo
tiene que morir. Los deseos naturales y las tendencias del corazón