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              Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
            
            
              Debemos emprender cada reforma con celo, sin embargo debería-
            
            
              mos evitar dar la impresión de que somos vacilantes y esclavos del
            
            
              fanatismo. Nuestro pueblo debería proveer medios para hacer frente
            
            
              a las necesidades de un creciente Instituto de Salud entre nosotros,
            
            
              según sea su capacidad sin dar menos para otras necesidades de la
            
            
              causa. Permitamos que la reforma pro salud y el Instituto de Salud
            
            
              crezcan entre nosotros como han crecido otras empresas dignas,
            
            
              teniendo en cuenta nuestra débil fuerza en el pasado y nuestra gran
            
            
              habilidad para lograr mucho en un corto tiempo ahora. Permitid que
            
            
              el Instituto de Salud se desarrolle como se han desarrollado otros
            
            
              intereses, tan pronto como sea seguro para no estorbar otras ramas
            
            
              de la gran obra que son de igual o mayor importancia en este tiempo.
            
            
              Sería erróneo para un hermano colocar una suma considerable
            
            
              de su propiedad en el Instituto, sea que tenga mucho o poco, hasta el
            
            
              punto de ser incapaz de dar una suma igual para otras necesidades
            
            
              como debería hacerlo. Por otra parte, el no hacer nada también sería
            
            
              un error de gran magnitud. Con cada llamado alentando a nuestro
            
            
              pueblo a dar recursos para invertir en el instituto, debería darse
            
            
              una advertencia a fin de no perjudicar otras ramas de la obra; el
            
            
              pobre de corazón dadivoso debió ser aconsejado en forma especial.
            
            
              Algunos hombres débiles y pobres con familias, sin una vivienda
            
            
              propia y demasiado escasos de recursos para visitar el instituto
            
            
              para recibir tratamiento, han puesto en él de un quinto a un tercio
            
            
              de todo lo que poseen. Esto es incorrecto. Algunos hermanos y
            
            
              hermanas tienen varias acciones cuando no debieran tener una, y
            
            
              [488]
            
            
              por un corto tiempo deberían asistir al instituto, con sus gastos
            
            
              pagados, totalmente o en parte, por el fondo de beneficencia. No veo
            
            
              la sabiduría de hacer cuantiosos cálculos para el futuro y dejar sufrir
            
            
              a los que necesitan ayuda ahora. Hermanos, no actúen antes que la
            
            
              providencia claramente discernible de Dios les abra el camino.
            
            
              La reforma pro salud es una rama de la obra especial de Dios
            
            
              para el beneficio de su pueblo. Vi que en una institución establecida
            
            
              entre nosotros, su mayor peligro sería que sus administradores se
            
            
              desviaran del espíritu de la verdad presente y de aquella sencillez
            
            
              que siempre debería caracterizar a los discípulos de Cristo. Se me
            
            
              amonestó en contra de rebajar la norma de la verdad de cualquier
            
            
              forma en una institución tal a fin de respetar los sentimientos de los
            
            
              inconversos y asegurar de esa manera su participación. El gran objeto