Breve bosquejo de mis actividades
            
            
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              brillara el sol, salía a caminar con él. Usaba la pluma mientras él me
            
            
              dictaba sus informes para la
            
            
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              y también escribí muchas cartas,
            
            
              además de numerosas páginas de testimonios personales, y la mayor
            
            
              parte del Testimonio número 11, además de visitar y hablar tan a
            
            
              menudo, por tanto tiempo y tan enfáticamente como lo hice. El her-
            
            
              mano y la hermana Root simpatizaban enteramente conmigo en mis
            
            
              pruebas y afanes, y vigilaban con el cuidado más tierno para suplir
            
            
              todas nuestras necesidades. Nuestras oraciones eran frecuentes para
            
            
              que el Señor les bendijera en todo lo material y en salud, así como
            
            
              en gracia y fortaleza espiritual. Sentí que una bendición especial
            
            
              les seguiría. Aunque desde entonces la enfermedad ha llegado a su
            
            
              habitación., aún sé por el hermano Root que gozan de mejor salud
            
            
              que antes. Y entre los asuntos de prosperidad pasajera él informa que
            
            
              sus campos de trigo han producido veintisiete medidas por acre [2,2
            
            
              acres por hectárea] y algunas cuarenta, mientras que el promedio de
            
            
              rendimiento del campo de sus vecinos ha sido solamente de siete
            
            
              medidas por acre.
            
            
              Salimos de Wright el 29 de enero de 1867, y nos fuimos a Green-
            
            
              ville, en el Condado de Montcalm, una distancia de sesenta kilóme-
            
            
              tros. Era el día más severamente frío del invierno y estábamos felices
            
            
              [500]
            
            
              de encontrar un refugio para protegernos del frío y la tormenta en
            
            
              casa del Hno. Maynard. Esta querida familia nos dio la bienvenida
            
            
              tanto a su hogar como a sus corazones. Permanecimos allí seis sema-
            
            
              nas, trabajando con las iglesias de Greenville y Orleans, y haciendo
            
            
              del hospitalario hogar de los Maynard nuestro centro de trabajo.
            
            
              Dios me otorgó libertad para dirigirme a la gente; en cada es-
            
            
              fuerzo sentí su poder sostenedor. Y cuando me convencí plenamente
            
            
              que tenía un testimonio que dar al pueblo, y que podía presentarlo
            
            
              en relación con las labores de mi esposo, se fortaleció mi fe en que
            
            
              él recobraría su salud para trabajar con aceptación en la causa y
            
            
              obra de Dios. La gente aceptó sus esfuerzos, y fue una gran ayuda
            
            
              para mí en el trabajo. Sin él yo podía hacer muy poco, pero con
            
            
              su ayuda, en la fortaleza del Señor, lograría hacer el trabajo que se
            
            
              me había asignado. El Señor lo sostuvo en cada esfuerzo en que
            
            
              se empeñó. A medida que se esforzaba, confiando en Dios a pesar
            
            
              de sus debilidades, se fortalecía y mejoraba con cada intento. Al
            
            
              comprender que mi esposo adelantaba en vigor físico y mental, mi
            
            
              gratitud desbordaba al pensar en ser de nuevo libre para ocuparme