Página 655 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El instituto de salud
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dirigida debía experimentar una corrección así. Debía haber tiempo
para corregir errores y comenzar de nuevo en la dirección correcta.
La buena obra que se hizo en favor de la iglesia de Battle Creek
el otoño pasado, la reforma completa y retorno al Señor por parte
de los médicos, los ayudantes y los administradores del Instituto de
Salud, y el asentimiento general de parte de nuestros hermanos y
hermanas en todas partes del campo relativo al objetivo básico del
Instituto de Salud y la forma como debiera ser conducido, a lo cual
hay que agregar la variada experiencia de más de un año no sólo en
la dirección equivocada sino en la correcta, me dan mayor confianza
que nunca antes en que la reforma pro salud y el Instituto de Salud
serán todo un éxito. Todavía espero de todo corazón ver cómo el
Instituto de Salud de Battle Creek prospera y en todo respecto llega
a ser el instituto que se me mostró. Pero se necesitará tiempo para
corregir plenamente los errores del pasado y superarlos. Con la
bendición de Dios esto se puede hacer, y se hará.
Los hermanos que han estado a la cabeza de esta obra han apela-
do a nuestro pueblo en procura de medios, basados en que la reforma
pro salud es una parte de la gran obra conectada con el mensaje del
tercer ángel. En esto han tenido razón. Es una rama de la gran obra
de Dios, caritativa, liberal, sacrificada y benévola. Entonces, ¿por
qué dicen esos hermanos: “Las acciones del Instituto pagarán un
buen porcentaje”, “son una buena inversión”, o “pagan bien”? ¿Por
qué no decir, del mismo modo, que las acciones de la Asociación
Publicadora van a pagar un buen porcentaje? Si ambas son ramas de
la misma y grande obra de preparación para la venida del Hijo del
hombre, ¿por qué no? ¿O por qué entonces no hacer de ambas un
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asunto de liberalidad? La pluma y la voz que apeló a los amigos de la
causa en procura del fondo para publicaciones no ofreció ninguno de
esos incentivos. ¿Por qué, entonces, hacerles creer a los guardadores
del sábado ricos y codiciosos que pueden hacer gran bien al invertir
sus medios en el Instituto de Salud, reteniendo lo invertido y más
encima recibiendo altos intereses por el simple uso de su capital? A
los hermanos se les pidió que hicieran donaciones a la Asociación
Publicadora, y ellos dieron noblemente y con sacrificio para el Señor
siguiendo el ejemplo de quien hiciera el llamado; y la bendición
del Señor ha estado sobre esa rama de nuestra gran obra. Pero hay
que temer que su desagrado recaiga sobre la manera en que se han