Página 657 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El instituto de salud
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teis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o
sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo,
o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mí lo hicisteis.
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me
disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo,
y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo
te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en
la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más
pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y
los justos a la vida eterna”.
También dije, en la pág. 494 del Testimonio número 11: “Entre
nuestro pueblo hay una amplia provisión de medios, y si todos
sintieran la importancia de la obra, se podría llevar a cabo esta
gran empresa sin bochornos. Todos debieran tener gran interés en
sostenerla. En especial debieran invertir en esta empresa los que
tienen medios. Debiera establecerse un hogar apropiado para recibir
inválidos, para que, por el uso de los medios adecuados y con la
bendición de Dios, sean aliviados de sus dolencias y aprendan a
cuidar de sí mismos y evitar así las enfermedades.
“Muchos que profesan la verdad se están volviendo avaros y
codiciosos. Necesitan sentir preocupación por sí mismos. Tienen una
porción tan grande de sus tesoros en este mundo, que sus corazones
están puestos en esos tesoros. La mayor parte de sus bienes está en
este mundo, y una porción muy pequeña en el cielo; por lo tanto, sus
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afectos se hallan fijos en las posesiones materiales en lugar de estarlo
en la herencia celestial. En la actualidad hay una buena oportunidad
para que usen sus medios en beneficio de la humanidad sufriente, y
también para el avance de la verdad. Nunca debiera dejarse que esta
empresa luche con la pobreza. Los mayordomos a quienes Dios les
ha concedido medios debieran acercarse ahora a la obra y usar sus