Página 682 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

678
Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y
yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis
hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso’. ‘Así que, amados, puesto
que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de
carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios’.
“Sobre nosotros descansa la obra de perfeccionar la santidad.
Cuando Dios nos vea hacer todo lo que podemos de nuestra parte,
entonces nos ayudará. Los ángeles nos ayudarán, y seremos fuertes
por medio de Cristo que nos fortalece. No descuides la oración
secreta. Ora por ti mismo. Crece en la gracia, avanza, no te detengas,
no retrocedas. Sigue adelante, a la victoria. Ten valor en el Señor,
mi muchacho querido. Sólo un poco más de lucha con el gran
[574]
adversario, y vendrá la liberación, y entregaremos la armadura a
los pies de nuestro amado Redentor. Persevera hasta vencer cada
obstáculo. Si el futuro parece algo nublado, sigue esperando, sigue
creyendo. Las nubes desaparecerán, y la luz brillará una vez más.
Alaba a Dios, dice mi corazón, alaba a Dios por lo que ha hecho por
ti, por tu padre y por mí misma. Comienza bien el año nuevo. Tu
madre,
E. G. W.”
La reunión de West Enosburgh, Vermont, fue profundamente
interesante. Fue muy agradable encontrarnos de nuevo con nuestros
antiguos y probados amigos de este estado, y hablar con ellos. En
poco tiempo se hizo una obra buena y grande. En general, estos
amigos eran pobres y debían trabajar duro para obtener las como-
didades básicas, allí donde para ganar un dólar hay que esforzarse
más que para ganar dos en el oeste; sin embargo, fueron liberales
con nosotros. En la
Review
se han dado muchos pormenores de esta
reunión, y por falta de espacio no los repetiremos. En ningún estado
los hermanos han sido más fieles a la causa que en el viejo Vermont.
A la vuelta de Enosburgh, nos detuvimos a pasar la noche con
la familia del Hno. William White. Su hijo, el Hno. C. A. White,
nos habló de su Lavadora y Estrujadora Combinada y Patentada,
y quería nuestro consejo. Como yo había escrito oponiéndome a
que nuestro pueblo se envolviera en derechos de patentes, él quería
saber con exactitud cómo veía yo lo de su patente. Le expliqué