Página 687 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

El caso de Ana More
683
ANA MORE”.
Al recibir esta carta, decidimos mandar la suma necesaria a la
Hna. More tan pronto como tuviéramos tiempo. Pero antes de tener
un momento disponible decidimos ir a Maine, y volver en pocas
semanas, para poder hacerla venir antes que se cerrara la temporada
de navegación. Y cuando decidimos quedarnos para trabajar en
Maine, New Hampshire, Vermont y Nueva York, le escribimos a un
hermano en este condado para que viera a los hermanos principales
del vecindario y consultara con ellos acerca de mandar a buscar
a la Hna. More y proveerle un hogar hasta que volviéramos. Pero
se descuidó el asunto hasta que se cerró la navegación, y cuando
volvimos hallamos que nadie se había interesado en ayudar a la Hna.
More a llegar a esta comarca, donde pudiera venir a nuestro hogar
cuando volviéramos. Nos sentimos apenados y muy afligidos, y en
una reunión que tuvimos en Orleans el segundo sábado después de
haber vuelto, mi esposo les presentó el caso a los hermanos. Mi
esposo publicó un informe de lo que fue dicho y hecho en relación
con la Hna. More, en la
Review
del 18 de febrero de 1868, como
sigue:
“En esta reunión presentamos el caso de la Hna. Ana More, que
hoy se encuentra en el noroeste de Míchigan, viviendo con amigos
que no observan el sábado bíblico. Dijimos que esta sierva de Cristo
aceptó el sábado mientras llevaba a cabo labores misioneras en el
Africa Central. Cuando esto se supo, sus servicios en esa capacidad
ya no fueron requeridos, y volvió a los Estados Unidos en busca de
un hogar y un empleo con los de su fe. A juzgar por su domicilio
actual, es evidente que sus esperanzas no se han cumplido. Es po-
sible que nadie sea específicamente culpable en su caso; pero nos
parece que, o faltan en nuestro sistema de organización provisiones
adecuadas para animar a tales personas y ayudarlas a encontrar un
campo de labor útil, o los hermanos y hermanas que tuvieron el pla-
cer de encontrarse
con la Hna. More no han cumplido con su deber.
[579]
Se acordó entonces por voto unánime, invitarla a hacer su hogar
entre los hermanos de esta zona hasta el congreso de la Asociación
General, ocasión en la cual se presentaría su caso a nuestro pueblo.
El Hno. Andrews, que estaba presente, aprobó plenamente la acción
de los hermanos”.