Página 688 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
A juzgar por lo que desde entonces hemos llegado a saber acerca
del tratamiento frío e indiferente que se le dio a la Hna. More en
Battle Creek, es evidente que al decir que en este caso no había
nadie que fuera especialmente digno de censura, mi esposo expresó
una opinión demasiado caritativa. Al saber todos los detalles del
caso, ningún cristiano podría dejar de culpar a todos los miembros
de esa iglesia que conocían las circunstancias y no se interesaron
personalmente por ayudarla. Por cierto que era deber de los oficiales
hacer esto e informar a la iglesia, si otros no tomaban antes las
cosas en sus manos. Pero los miembros individuales de esa iglesia,
o de cualquier otra, no tienen derecho alguno de sentirse exentos de
interesarse por personas que estén en una situación tal. Después de lo
que se publicó en la
Review
acerca de esta abnegada sierva de Cristo,
hubiera sido lógico que cada lector de la revista domiciliado en Battle
Creek hubiera hecho contacto personal con ella para informarse en
cuanto a sus necesidades.
La Hna. Strong, esposa del pastor P. Strong, Jr., estuvo en Battle
Creek al mismo tiempo que la Hna. More. Ambas llegaron el mismo
día y se fueron al mismo tiempo. La Hna. Strong, que se halla a
mi lado, dice que la Hna. More deseaba que ella intercediera en su
favor, para que le dieran empleo de modo que pudiera quedarse entre
los guardadores del sábado. La Hna. More declaró estar dispuesta a
hacer cualquier cosa, pero que su preferencia era enseñar. También le
pidió al pastor A. S. Hutchins que presentara su caso a los hermanos
principales en la oficina de la
Review
, y tratara de conseguirle una
escuela. El Hno. Hutchins cumplió con gusto este encargo. Pero no
se le dio ánimo, porque parecía no haber ninguna vacante. También
la Hna. More le dijo a la Hna. Strong que se hallaba en la pobreza
y tendría que irse al condado de Leelenaw si no lograba hallar
trabajo en Battle Creek. Con frecuencia se lamentaba en términos
conmovedores por verse obligada a dejar a los hermanos.
La Hna. More le escribió al Hno. Thompson en relación con su
invitación a hacer su hogar con su familia, y deseaba esperar hasta
recibir la respuesta. La Hna. Strong la acompañó en su búsqueda de
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un lugar donde quedarse hasta recibir la respuesta del Sr. Thompson.
En un lugar se le dijo que podía quedarse desde el miércoles hasta
el viernes de mañana; entonces tendrían que salir. Esta hermana le
contó el caso de la Hna. More a su propia hermana que vivía cerca y