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              Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
            
            
              durante tanto tiempo sus ojos clavados en un cuadro sombrío, que si
            
            
              debe afrontar la adversidad o algún desencanto, se imagina que todo
            
            
              va a la ruina, y que a él le toca lo peor; de este modo, su vida se hace
            
            
              miserable. Mientras más piensa así, más miserable hace su propia
            
            
              vida y la de quienes lo rodean. No hay razón para que se sienta así;
            
            
              todo es obra de Satanás. No debe permitir que el enemigo le controle
            
            
              así su mente. Debiera darle la espalda al cuadro oscuro y tenebroso,
            
            
              y volverse hacia el amoroso Salvador, la gloria del cielo, y la rica
            
            
              herencia preparada para todos los que son humildes y obedientes, y
            
            
              que poseen corazones agradecidos y una fe firme en las promesas
            
            
              de Dios.
            
            
              Esto le costará un esfuerzo, una lucha; pero debe hacerse. Tanto
            
            
              su felicidad actual como la futura y eterna dependen de que usted
            
            
              fije su mente en la contemplación de cosas agradables, no mirando
            
            
              escenas de oscuridad, que son imaginarias, y dirigiendo sus ojos a
            
            
              los beneficios que Dios ha esparcido en su camino, y más allá de
            
            
              ellos, a lo invisible y eterno.
            
            
              Usted pertenece a una familia que no posee mentes bien equi-
            
            
              libradas, sino sombrías y deprimidas, afectadas por el ambiente y
            
            
              susceptibles a diversas influencias. A menos que usted cultive una
            
            
              actitud mental optimista, feliz y agradecida, Satanás lo llevará even-
            
            
              tualmente cautivo a su voluntad. Usted puede ser de ayuda y de
            
            
              apoyo para la iglesia donde reside, si obedece las instrucciones del
            
            
              Señor y no actúa por sentimientos, sino controlado por principios.
            
            
              Nunca permita que de sus labios se escapen censuras, porque son
            
            
              como granizo desolador para quienes lo rodean. Pronuncie sólo
            
            
              palabras agradables, luminosas y llenas de amor.
            
            
              [609]
            
            
              Hno. C, su organismo no está en la mejor condición para su
            
            
              avance espiritual; sin embargo, la gracia de Dios puede hacer mucho
            
            
              para corregir los defectos de su carácter, y fortalecer y perfeccionar
            
            
              los poderes mentales que ahora son débiles y necesitan adquirir
            
            
              fuerza. Al hacer esto, usted podrá controlar las facultades inferiores,
            
            
              que han dominado a las superiores. Usted actúa como una persona
            
            
              cuyas sensibilidades se hayan adormecido. Necesita que la verdad
            
            
              se apodere de usted y obre una reforma completa en su vida. “No os
            
            
              conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación
            
            
              de vuestro entendimiento, para que podáis comprobar cuál es la
            
            
              voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta”.
            
            
              Romanos