Página 735 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

Apéndice
731
planes para el apoyo de la obra y el ministerio, se avivaba en forma
creciente el espíritu de liberalidad hasta que eventualmente la luz de
las Escrituras reveló el sistema de diezmos y ofrendas que la iglesia
conoce hoy.
Página 193, Organización: Hasta el año 1860 no había existido
una organización legal o eclesiástica entre los adventistas guardado-
res del sábado. Ni siquiera habían adoptado un nombre. Se referían
a sí mismos como “el rebaño esparcido”, el “pequeño remanente”, o
alguna variante de estas expresiones. Ahora el pastor White había
anunciado que debía rehusar continuar asumiendo responsabilidad
personal
por el dinero que la oficina de la Review and Herald recibía
en calidad de préstamo. Expresó además la esperanza de que pronto
podría llegar el tiempo en que “este pueblo se halle en posición
de adquirir seguros para las propiedades de la iglesia, mantener
en forma apropiada sus casas de reunión, y que las personas que
hacen su testamento y que quieran, puedan dedicar una porción al
departamento de publicaciones”. Pidió a sus hermanos que hicieran
sugerencias acerca de cómo se podría cumplir ese deseo, de mo-
do que “nosotros, como pueblo” pudiéramos actuar de modo que
obtuviéramos las ventajas mencionadas.
Entre las primeras respuestas a este pedido se halló la de un
creyente identificado como el “hermano B” en conexión con esto,
en la cual expresaba su convicción de que sería erróneo establecerse
como una corporación religiosa conforme a la ley. Consideraba que
eso sería como “hacerse un nombre”, algo semejante al propósi-
to que guiaba a los constructores de la torre de Babel, y “pasaría
a ocupar un lugar en el fundamento de Babilonia”. En cuanto a
obtener seguro para los edificios de las iglesias, ¿no eran éstas la
propiedad del Señor, y no podría él cuidar lo suyo sin la ayuda de
[620]
las compañías de seguros? Además, dijo él, los que prestan dinero a
la oficina no debieran insistir en recibir un documento firmado por
una corporación legal, porque “se lo están prestando al Señor, y a él
es que deben confiárselo”.
The Review and Herald, 23 de febrero,
22 de marzo de 1860
.
Después de mucha discusión, se vencieron casi totalmente las
reservas en cuanto a si era correcto o no organizar la oficina de pu-
blicaciones, y en una conferencia celebrada en septiembre de 1860,
se formó la
Advent Review Publishing Association
(Asociación Pu-