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Joyas de los Testimonios 2
del reino del Redentor? Si Vd. es verdadera discípula de Cristo,
elegirá andar en sus pisadas, por doloroso que sea para sus senti-
mientos naturales. Dice Pablo: “Mas lejos esté de mí gloriarme, sino
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es
crucificado a mí, y yo al mundo.”
Gálatas 6:14
.
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Vd., Hna. L***, necesita sentarse a los pies de Jesús, y aprender
de él, como María antiguamente. Dios requiere de Vd. una com-
pleta entrega de su voluntad, sus planes y propósitos. Jesús es su
conductor; Vd. debe mirar a él; en él debe confiar, sin permitir que
cosa alguna la desvíe de la vida de consagración que Vd. debe a
Dios. Su conversación debe concernir al cielo, del cual Vd. espera
al Salvador. Su piedad debe ser de tal carácter que se haga sentir
entre todos los que entren en su esfera de influencia. Dios requiere
de Vd. que en cada acto de la vida rehuya la misma aparencia del
mal. ¿Está Vd. haciéndolo? Vd. está bajo la más sagrada obligación
de no empequeñecer ni comprometer su santa fe vinculándose con
los enemigos del Señor. Si Vd. está tentada a despreciar las reco-
mendaciones de su Palabra porque otros lo hayan hecho, recuerde
que también su ejemplo ejercerá influencia. Otros harán como Vd.,
y así el mal se extenderá. Si mientras Vd. profesa ser hija de Dios
no cumple sus requerimientos, causará un daño infinito a quienes la
miran en busca de dirección.
La salvación de las almas debe ser el blanco constante de los que
moran en Cristo. Pero ¿qué ha hecho Vd. para alabar a Aquel que la
sacó de las tinieblas? “Despiértate, tú que duermes, y levántate de
los muertos, y te alumbrará Cristo.”
Efesios 5:14
. Sacuda Vd. esta
infatuación fatal que entorpece sus sentidos y paraliza las energías
de su alma.
Se nos ofrecen los mayores incentivos a ser fieles, los más altos
motivos, las más gloriosas recompensas. Los cristianos han de ser
representantes de Cristo, hijos e hijas de Dios. Son sus joyas, sus
tesoros peculiares. Acerca de todos los que se mantengan firmes, de-
clara: “Andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos.”
Apocalipsis 3:4
. Los que lleguen a los portales de la bienaventuran-
za eterna no considerarán demasiado grande ningún sacrificio que
hayan hecho.
Dios le ayude a soportar la prueba, y a conservar su integridad.
Aférrese por la fe a Jesús. No falte a su Redentor.
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