Página 146 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
aparentemente cristianos; pero cuando hablen, se revelará el espíritu
del dragón.
Es nuestro deber hacer todo lo que está en nuestro poder para
evitar el peligro que nos amenaza. Debemos esforzarnos por desar-
mar el prejuicio y colocarnos en la debida luz delante de la gente.
Debemos presentarles realmente lo que está en cuestión, e interponer
así la protesta más eficaz contra las medidas destinadas a restringir
la libertad de conciencia. Debemos escudriñar las Escrituras para
poder dar razón de nuestra fe. Dice el profeta: “Los impíos obrarán
impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los
entendidos.”
Daniel 12:10
.
Los que tienen acceso a Dios por Cristo tienen que hacer una
obra importante. Ahora es el momento de echar mano del brazo de
nuestra fuerza. La oración de los pastores y los miembros laicos debe
ser la oración de David: “Tiempo es de hacer, oh Jehová; disipado
han tu ley.”
Salmos 119:126
. Lloren los siervos de Jehová entre el
pórtico y el altar, clamando: “Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no
pongas en oprobio tu heredad.”
Joel 2:17
.
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Dios obró siempre en favor de su pueblo en su más extrema
necesidad, cuando parecía haber menos esperanza de que se pudiese
evitar la ruina. Los designios de los impíos enemigos de la iglesia
están sujetos a su poder y su providencia es capaz de predominar
sobre ellos. El puede obrar sobre los corazones de los estadistas;
la ira de los turbulentos y desafectos aborrecedores de Dios, de su
verdad y de su pueblo, puede ser desviada, como se desvían los ríos
cuando él lo ordena. La oración mueve el brazo de la Omnipotencia.
El que manda a las estrellas en su orden en el firmamento, cuya
palabra domina a todo el mar, el mismo Creador infinito, obrará en
favor de sus hijos si ellos le invocan con fe. El refrenará las fuerzas
de las tinieblas, hasta que se dé al mundo la amonestación y todos
los que quieran escucharla estén preparados para el conflicto.
La persecución hace resaltar la verdad
“Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza—dice el
salmista:—tú reprimirás el resto de las iras.”
Salmos 76:10
. Dios
quiere que la verdad probadora se destaque al frente y llegue a
ser tema de examen y de discusión, aunque sea por el desprecio