Página 155 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

Basic HTML Version

La iglesia es la luz del mundo
151
proclamación del postrer mensaje? “El Señor viene,” debe ser el
testimonio dado, no sólo por los labios, sino por la vida y el carácter;
pero muchos de aquellos a quienes Dios ha dado luz y conocimiento,
talentos de influencia y recursos, son hombres que no aman la verdad
ni la practican
Han bebido tan ávidamente de la copa intoxicante
[162]
del egoísmo y la mundanalidad que se han embriagado con los
cuidados de esta vida.
Hermanos, si continuáis siendo tan ociosos y mundanos y tan
egoístas como antes, Dios os pasará seguramente por alto, y tomará
a los que tienen menos cuidado de sí mismos, son menos ambiciosos
de honores mundanales, y no vacilarán, como no vaciló su Maestro,
en cuanto a salir del campamento cargados de oprobio. La obra será
dada a quienes la acepten, la aprecien y entretejan sus principios con
su experiencia diaria. Dios elegirá a hombres humildes, que traten
de glorificar su nombre y de hacer progresar su causa, más bien que
honrarse y favorecerse a sí mismos. El suscitará hombres que no
tengan tanta sabiduría mundanal, pero que estén relacionados con
él, que busquen fuerza y consejo de lo alto.
Con el poder de la piedad verdadera
Algunos de nuestros hermanos dirigentes se inclinan a manifes-
tar el espíritu que manifestó el apóstol Juan cuando dijo: “Maestro,
hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo
prohibimos, porque no sigue con nosotros.”
Lucas 9:49
. La organi-
zación y la disciplina son esenciales, pero hay ahora gran peligro de
apartarse de la sencillez del Evangelio de Cristo. Lo que necesita-
mos es depender menos de las meras formas y ceremonias, y mucho
más del poder de la verdadera piedad. Si su vida y carácter son
ejemplares, trabajen todos los que quieran, cualquiera que sea su ca-
pacidad. Aunque no se conformen exactamente a vuestros métodos,
no debéis decir una sola palabra para condenarlos o desalentarlos.
Cuando los fariseos deseaban que Jesús hiciese callar a los niños
que cantaban sus alabanzas, el Salvador dijo: “Si éstos callaren, las
piedras clamarán.”
Lucas 19:40
.
La profecía debía cumplirse. Así en estos días, la obra debe
ser hecha. Hay muchos ramos en la obra: desempeñe cada uno
6—1T, Tomo 2.