La iglesia es la luz del mundo
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proclamación del postrer mensaje? “El Señor viene,” debe ser el
testimonio dado, no sólo por los labios, sino por la vida y el carácter;
pero muchos de aquellos a quienes Dios ha dado luz y conocimiento,
talentos de influencia y recursos, son hombres que no aman la verdad
ni la practican
Han bebido tan ávidamente de la copa intoxicante
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del egoísmo y la mundanalidad que se han embriagado con los
cuidados de esta vida.
Hermanos, si continuáis siendo tan ociosos y mundanos y tan
egoístas como antes, Dios os pasará seguramente por alto, y tomará
a los que tienen menos cuidado de sí mismos, son menos ambiciosos
de honores mundanales, y no vacilarán, como no vaciló su Maestro,
en cuanto a salir del campamento cargados de oprobio. La obra será
dada a quienes la acepten, la aprecien y entretejan sus principios con
su experiencia diaria. Dios elegirá a hombres humildes, que traten
de glorificar su nombre y de hacer progresar su causa, más bien que
honrarse y favorecerse a sí mismos. El suscitará hombres que no
tengan tanta sabiduría mundanal, pero que estén relacionados con
él, que busquen fuerza y consejo de lo alto.
Con el poder de la piedad verdadera
Algunos de nuestros hermanos dirigentes se inclinan a manifes-
tar el espíritu que manifestó el apóstol Juan cuando dijo: “Maestro,
hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo
prohibimos, porque no sigue con nosotros.”
Lucas 9:49
. La organi-
zación y la disciplina son esenciales, pero hay ahora gran peligro de
apartarse de la sencillez del Evangelio de Cristo. Lo que necesita-
mos es depender menos de las meras formas y ceremonias, y mucho
más del poder de la verdadera piedad. Si su vida y carácter son
ejemplares, trabajen todos los que quieran, cualquiera que sea su ca-
pacidad. Aunque no se conformen exactamente a vuestros métodos,
no debéis decir una sola palabra para condenarlos o desalentarlos.
Cuando los fariseos deseaban que Jesús hiciese callar a los niños
que cantaban sus alabanzas, el Salvador dijo: “Si éstos callaren, las
piedras clamarán.”
Lucas 19:40
.
La profecía debía cumplirse. Así en estos días, la obra debe
ser hecha. Hay muchos ramos en la obra: desempeñe cada uno
6—1T, Tomo 2.