Página 171 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Josué y el ángel
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acusaciones y tratando de destruir esta hueste, los ángeles santos, in-
visibles, iban de un lado a otro poniendo sobre ellos el sello del Dios
viviente. Ellos han de estar sobre el monte de Sión con el Cordero,
teniendo el nombre del Padre escrito en sus frentes. Cantan el nuevo
himno delante del trono, ese himno que nadie puede aprender sino
los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de la tierra.
“Estos, los que siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos
fueron comprados de entre los hombres por primicias para Dios y
para el Cordero. Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque
ellos son sin mácula delante del trono de Dios.”
Apocalipsis 14:4, 5
.
Entonces se cumplirán completamente estas palabras del ángel:
“Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se
sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo
traigo a mi siervo, el Pimpollo.” Cristo es revelado como Redentor y
Libertador de su pueblo. Entonces serán en verdad los que forman
parte del remanente “varones simbólicos,” cuando las lágrimas y la
humillación de su peregrinación sean reemplazadas por el gozo y
la honra en la presencia de Dios y del Cordero. “En aquel tiempo
el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la
tierra para grandeza y honra, a los librados de Israel. Y acontecerá
que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalem, será
llamado santo; todos los que en Jerusalem están escritos entre los
vivientes.”
Isaías 4:2, 3
.
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