Página 172 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La importancia del sábad
Los que ocupan puestos de responsabilidad deben ejercer cuida-
do para que sus palabras y ejemplo sean tales que induzcan al pueblo
a tener ideas y prácticas correctas. Deben estar seguros de que en
nada empequeñecen los requerimientos de Dios. Debido a que el
cuarto mandamiento se desprecia en forma tan general, debemos ser
tanto más sinceros y decididos al procurar honrar este precepto de
la santa ley de Dios. El mensaje del tercer ángel es el que hemos de
presentar al mundo. En él Dios tiene una prueba para nosotros, y si
estamos a la altura de la norma, debemos ser un pueblo peculiar.
Quienquiera que obedezca al cuarto mandamiento hallará que
se traza una línea de separación entre él y el mundo. El sábado no
es un requerimiento humano, sino una prueba de Dios. Es lo que
distinguirá a quienes sirven a Dios de los que no le sirven; y acerca
de este punto se producirá el último gran conflicto de la controversia
entre la verdad y el error.
Entre la generalidad de nuestro pueblo en estos reinos, el sábado
no ha ocupado la posición exaltada en que Dios lo puso. El mundo es
el instrumento que zarandea la iglesia, y prueba el carácter genuino
de sus miembros. El mundo ofrece incentivos que, cuando el creyente
los acepta, lo colocan donde su vida no está más en armonía con su
profesión de fe.
En sociedad con los incrédulos
Algunos de nuestros hermanos que se dedican a los negocios no
han observado el sábado según el mandamiento. Algunos han estado
asociados con incrédulos, y la influencia de estos socios violadores
del sábado ha tenido su efecto sobre ellos. Algunos quedaron tan
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enceguecidos que no pudieron discernir el peligro que había en
tales relaciones, pero es tanto mayor cuanto menos se lo perciba.
Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 215-218
(1886)
. (Artículo escrito desde Cristiania, Noruega.)
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