Página 197 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La piedad práctica
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los obreros. La obra es una, presidida por un Caudillo. Los esfuer-
zos ocasionales y espasmódicos han hecho daño. Por enérgicos
que hayan sido, son de poco valor; porque vendrá seguramente la
reacción. Debemos cultivar una perseverancia constante, tratando
continuamente de conocer y hacer la voluntad de Dios.
Dios mira al carácter
Debemos saber lo que debemos hacer para ser salvos. Hermanos
y hermanas, no debemos flotar a la deriva con la corriente popular.
Nuestra obra actual consiste en salir del mundo y separarnos de él.
Esta es la única manera en que podemos andar con Dios, como an-
duvo Enoc. Las influencias divinas estaban obrando constantemente
con sus esfuerzos humanos. Como él, somos llamados a tener una fe
fuerte, viva y activa, y ésta es la única manera en que podemos ser
colaboradores con Dios. Debemos cumplir las condiciones trazadas
en la Palabra de Dios, o morir en nuestros pecados. Debemos saber
qué cambios morales es esencial hacer en nuestro carácter, por la
gracia de Cristo, a fin de ser aptos para las mansiones celestiales.
Os digo, en el temor de Dios, que estamos en peligro de vivir como
los judíos: destituidos del amor de Dios e ignorantes de su poder,
mientras que la resplandeciente luz de la verdad brilla en derredor
nuestro.
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Millares de millares pueden profesar obedecer la ley y el Evan-
gelio, y sin embargo vivir en transgresión. Los hombres pueden
presentar de una manera clara lo que la verdad requiere de otros,
y sin embargo ser carnales en su propio corazón. Pueden amar y
practicar el pecado en secreto. La verdad de Dios puede no ser ver-
dad para ellos, porque su corazón no ha sido santificado por ella. Es
posible que el amor del Salvador no ejerza poder constreñidor sobre
sus pasiones bajas. Sabemos por la historia pasada que los hombres
pueden ocupar puestos sagrados, y sin embargo manejar con engaño
la verdad de Dios. No pueden alzar manos santas a Dios, “sin ira ni
contienda.” Esto es porque Dios no domina su mente. La verdad no
fué nunca estampada sobre su corazón. “Con el corazón se cree para
justicia.” “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento.”
Romanos