Página 213 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La educación de los obrero
Tenemos que hacer una obra que pocos comprenden. Consiste
en llevar la verdad a todas las naciones. Hay un amplio campo de
trabajo tanto en los países extranjeros como en los Estados Unidos.
Dios llama a hombres que sean consagrados, puros, de gran corazón
y miras amplias, humildes, para que entren en estos campos. ¡Cuán
pocos tienen un sentido de esta gran obra! Debemos despertar y
trabajar desde un punto de vista más elevado de lo que lo hemos
hecho hasta ahora.
Los que ahora aceptan la verdad, tienen todas las ventajas, es-
pecialmente en la acumulación de la luz y los conocimientos pre-
sentados en nuestras publicaciones. La rica y variada experiencia
pasada debe apreciarse debidamente. Sabemos cuán difícilmente
adelantaba la obra al principio; cuántos obstáculos se le oponían;
de cuán pocas comodidades disponían los primeros obreros de esta
causa para hacerla progresar; pero ahora todo ha cambiado, y la
clara luz resplandece. Si el cristianismo primitivo pudiese entrar en
el corazón de todos los que aseveran creer la verdad, les infundiría
nueva vida y poder. Los que están en tinieblas verían entonces el
contraste entre la verdad y el error, entre las enseñanzas de la Palabra
de Dios y las fábulas y supersticiones.
Debemos llegar a las clases superiores
Se han cometido errores al no tratar de alcanzar con la verdad a
los predicadores y las clases superiores. Se ha rehuído demasiado
a la gente que no es de nuestra fe. Aunque no debemos asociarnos
con ella para conformarnos a su modelo, hay por doquiera personas
sinceras en favor de las cuales debiéramos trabajar sabia e inteligen-
temente, llenos de amor por sus almas. Debiera crearse un fondo
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para educar a hombres y mujeres para trabajar por estas clases supe-
riores, tanto aquí como en otros países. Hemos hablado demasiado
Testimonios para la Iglesia 5:580-586 (1889)
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