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Joyas de los Testimonios 2
afirmada en la verdad, que no se deja influir fácilmente ni apartar de
lo recto por cuanto la rodea, sino que anda con Dios, ora mucho y
hace los más fervientes esfuerzos para recibir toda la luz que puede.
Se necesitan maestros bien preparados
El obrero debe ser preparado para emplear las más excelsas
energías mentales y morales con que la naturaleza, la cultura y la
gracia de Dios le hayan dotado; pero su éxito será proporcional
al grado de consagración y sacrificio con que haga la obra, más
bien que a sus dotes naturales y adquiridas. Necesitamos hacer los
esfuerzos más fervientes y continuos para adquirir cualidades que
nos hagan útiles; pero a menos que Dios obre con los esfuerzos
humanos, nada lograremos. Cristo dijo: “Porque sin mí nada podéis
hacer.”
Juan 15:5
. La gracia divina es el gran elemento del poder
salvador; y sin ella nada valdrán todos los esfuerzos humanos; su
cooperación es necesaria aun en el caso de los esfuerzos más arduos
y fervientes para inculcar la verdad.
La causa de Dios necesita maestros que tengan altas cualida-
des morales, y a los cuales se pueda confiar la educación de otros:
hombres de fe sana, que tengan tacto y paciencia; que anden con
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Dios, y se abstengan de la misma apariencia del mal; que estén tan
íntimamente relacionados con Dios que puedan ser conductos de
luz—en fin, caballeros cristianos. Las buenas impresiones que harán
los tales no se borrarán nunca; y la educación así impartida perdurará
durante toda la eternidad. Lo que se descuide en este proceso de
educación permanecerá probablemente sin hacerse. ¿Quién quiere
emprender esta obra?
Un ministerio mejor educado
Cuánto quisiéramos que hubiese jóvenes fuertes, arraigados y
afirmados en la fe, que tuviesen tal comunión viva con Dios que
pudieran, si así se lo aconsejasen nuestros hermanos dirigentes,
entrar en los colegios superiores de nuestro país, donde tendrían un
campo más amplio de estudio y observación. El trato con diferentes
clases de mentes, el familiarizarse con los trabajos y los métodos
populares de educación, y un conocimiento de la teología como se