Página 218 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
pueden todavía sostener en alto el estandarte. Y, sin embargo, los
que han peleado durante tanto tiempo en las batallas, pueden toda-
vía ganar victorias. Han conocido tan cabalmente las astucias de
Satanás que no serán arrebatados fácilmente de las antiguas sendas.
Recuerdan los tiempos antiguos. Conocen a Aquel que es desde el
principio. Pueden ser siempre portadores de luz, fíeles testigos por
Dios, epístolas vivas, conocidas y leídas de todos los hombres.
Por lo tanto, demos gracias a Dios porque quedan algunos, como
quedaba Juan, para relatar su experiencia en el comienzo de este
mensaje y la recepción de lo que ahora nos es tan caro. Pero uno
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tras otro están cayendo en sus puestos, y no es sino prudente que
preparemos a otros para reanudar la obra donde ellos la dejan.
Deben hacerse esfuerzos para preparar jóvenes para la obra. De-
ben adelantarse al frente, para llevar cargas y responsabilidades. Los
que son ahora jóvenes deben llegar a ser hombres fuertes. Deben ser
capaces de hacer planes y dar consejos. La Palabra de Dios, morando
en ellos, los hará puros y los llenará de fe, esperanza, valor y devo-
ción. La obra está ahora grandemente atrasada porque hay hombres
que llevan responsabilidades para las cuales no están preparados.
¿Continuará y aumentará esta gran necesidad? ¿Habrán de caer estas
grandes responsabilidades de las manos de los obreros ancianos y
expertos en las manos de los que son incapaces de manejarlas? ¿No
estamos descuidando una obra muy importante al dejar de educar y
preparar a nuestra juventud para ocupar puestos de confianza?
Edúquense los obreros, pero al mismo tiempo sean mansos y
humildes de corazón. Elevemos la obra al más alto nivel posible,
recordando siempre que si hacemos nuestra parte, Dios no dejará de
hacer la suya.
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