Página 277 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Una distinción injustificada
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Ahora bien, si aquellos a quienes se dirigen estas solemnes
amonestaciones dicen: “Es tan sólo la opinión individual de la Hna.
White, seguiré mi propio juicio,” y si continúan haciendo las cosas
que se les ha advertido que no hagan, demuestran que desprecian
el consejo de Dios y el resultado es exactamente lo que el Espíritu
de Dios me ha mostrado que sería: perjuicio para la causa de Dios
y ruina para sí mismos. Algunos que quieren fortalecer su propia
posición presentarán declaraciones de los
Testimonios
en las cuales
ven apoyadas sus opiniones, y les darán el sentido más enérgico
que puedan; pero aquello que pone en duda su conducta, o que no
coincide con sus opiniones, lo declaran opinión de la Hna. White,
niegan su origen celestial y lo colocan al nivel de su propio juicio.
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Si vosotros, hermanos míos, que me habéis conocido a mí y a
mi obra durante muchos años, asumís la actitud de que mi consejo
no tiene más valor que el de aquellos que no han sido especialmente
educados para esta obra, entonces no me pidáis que me una con
vosotros en el trabajo; porque mientras asumís esta actitud, contra-
rrestáis inevitablemente la influencia de mi obra. Si os sentís tan
seguros al seguir vuestros propios impulsos como al seguir la luz
dada por la sierva delegada de Dios, el peligro es vuestro; seréis
condenados porque rechazáis la luz que el cielo os ha enviado.
Medios de Dios para alcanzar los corazones
Mientras estaba en ***el Señor vino a mí durante la noche y me
dirigió preciosas palabras de aliento acerca de mi obra, repitiendo el
mismo mensaje que me había dado varias veces antes. Respecto a los
que se habían apartado de la luz a ellos enviada, dijo: “Al despreciar
y rechazar el testimonio que te he dado para que se lo comuniques,
no es a ti, sino a mí, tu Señor, a quien han despreciado.”
Si los temerarios y llenos de estima propia siguen su conducta
sin que se los refrene, ¿qué condición reinará en la iglesia? ¿Có-
mo se habrán de corregir los males que existen en estas personas
voluntariosas y ambiciosas? ¿Por qué medios las alcanzará Dios?
¿Cómo pondrá en orden su iglesia? Se presentan constantemente
diferencias de opinión, y a menudo hay apostasías que afligen a la
iglesia. Cuando penetran controversias o divisiones, todas las partes
aseveran tener razón y una conciencia libre de culpa; y no quieren