Página 290 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
estricto y escrutador. Los que se han educado como disputadores
están en grave peligro de no manejar la Palabra de Dios con justicia.
Cuando hacemos frente a un oponente, nuestro ferviente esfuerzo
debe tener por objeto presentar los temas de tal manera que despier-
ten la convicción en su mente en vez de tratar simplemente de dar
confianza al creyente.
Cualquiera que sea el progreso intelectual de un hombre, no
debe pensar por un momento que no necesita escudriñar cabal y
continuamente las Escrituras para obtener mayor luz. Como pueblo
somos llamados individualmente a ser estudiantes de la profecía.
Debemos velar con fervor para notar cualquier rayo de luz que Dios
nos presente. Debemos discernir los primeros reflejos de la verdad;
por medio de un estudio acompañado de oración, podremos obtener
una luz más clara, para comunicarla a otros.
Cuando los hijos de Dios se sienten cómodos y satisfechos con su
ilustración presente podemos estar seguros de que él no los favorece.
Es su voluntad que avancen siempre, para recibir la abundante y
siempre creciente luz que resplandece para ellos. La actitud actual
de la iglesia no agrada a Dios. Ha penetrado en ella una confianza
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propia que ha inducido a sus miembros a no sentir necesidad de
más verdad ni de mayor luz. Estamos viviendo en un tiempo en que
Satanás trabaja a diestra y siniestra, delante y detrás de nosotros; sin
embargo, como pueblo estamos dormidos. Dios quiere que se oiga
una voz que despierte a su pueblo para que obre.
Resultados de criticar la Biblia
En vez de abrir el alma para que reciba los rayos de la luz del
cielo, algunos han estado obrando en la dirección opuesta. Tanto
por la prensa como desde el púlpito se han presentado acerca de
la inspiración de la Biblia opiniones que no tienen la sanción del
Espíritu o de la Palabra de Dios. Es cierto que ningún hombre o
grupo de hombres debe adelantar teorías acerca de un tema de tan
grande importancia sin que las sostenga un claro “Así dice Jehová.”
Y cuando los hombres, rodeados de flaquezas humanas, afectados en
menor o mayor grado por las influencias que los rodean, y teniendo
tendencias heredadas y adquiridas que distan mucho de hacerlos
sabios o de darles las miras del cielo, se ponen a atacar la Palabra