Página 333 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La iglesia remanente no es Babilonia
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para el corazón de Dios. Que todos los que leen estas palabras les
den atenta consideración; porque en el nombre de Jesús yo quisiera
grabarlas en cada alma. Cuando se levanta alguien, de entre nosotros
o de afuera, que siente la preocupación de proclamar un mensaje que
declara que el pueblo de Dios se cuenta con Babilonia, y asevera que
el fuerte pregón es un llamado a salir de ella, podéis saber que no
proclama el mensaje de verdad. No le recibáis, ni le deseéis éxito;
porque Dios no habló por él, ni le dió mensaje alguno, sino que él
corrió antes de ser enviado
* * * * *
El Señor ha declarado que la historia pasada se habrá de repetir
cuando entremos en la fase final de la obra. Cada verdad que haya
dado para estos postreros días debe ser proclamada al mundo. Todo
pilar que estableció debe ser fortalecido. No podemos apartarnos
ahora del fundamento que Dios asentó. No podemos entrar ahora
en una nueva organización; porque esto significaría apostatar de la
verdad
* * * * *
No es necesario dudar ni temer que la obra no tendrá éxito. Dios
está a la cabeza de la obra, y él pondrá todo en orden. Si hay cosas
que necesitan ser ajustadas en la dirección de la obra, Dios lo hará
y obrará para corregir toda cosa errónea. Tengamos fe en que Dios
conducirá el noble barco que lleva al pueblo de Dios sano y salvo al
puerto
[364]
Testimonies to Ministers and Gospel Workers, 41
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Note-Book Leaflets, The Church, 1 (1905)
.
The Review and Herald, 20 de septiembre de 1892
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