Página 350 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
sustente. Enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores
se convertirán a ti.”
Salmos 51:12, 13
.
Cuando la gracia de Dios reine en el interior, el alma quedará
rodeada de una atmósfera de fe y valor, y de un amor como el de
Cristo, una atmósfera que vigorizará la vida espiritual de todos los
que la inhalen. Entonces podremos ir al congreso, no sólo para reci-
bir, sino para impartir. Todo aquel que participe del amor perdonador
de Cristo, todo aquel que haya sido iluminado por el Espíritu de
Dios y convertido a la verdad, sentirá que, en virtud de estas ben-
diciones preciosas, tiene una deuda para con toda alma con la cual
llegue a tratar. El Señor utilizará a los que son de corazón humilde
para alcanzar las almas a quienes no pueden alcanzar los ministros
ordenados. Serán inducidos a pronunciar palabras que revelarán la
gracia salvadora de Cristo.
Y al beneficiar a otros, serán ellos mismos beneficiados. Dios
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nos da oportunidad de impartir gracia, a fin de que pueda él vol-
vernos a llenar con un aumento de su gracia. La esperanza y la fe
se fortalecerán a medida que el agente de Dios obre con los talen-
tos y las facilidades con que Dios lo ha provisto. Obrará con él un
instrumento divino. ...
La obra de los ministros
Los presidentes de las asociaciones y los ministros deben dedi-
carse a los intereses espirituales de los hermanos, y debe por lo tanto,
excusárselos de los trabajos mecánicos que acompañan los congre-
sos. Los ministros debieran estar listos para actuar como maestros
cuando la ocasión lo requiere; pero no deben agotarse. Deben sen-
tirse refrigerados, estar en disposición animosa; porque es esencial
para el bienestar de la congregación. Deben poder hablar palabras de
aliento y valor, y dejar caer en el terreno de los corazones sinceros
semillas de verdad espiritual que brotarán y darán precioso fruto.
Los ministros deben enseñar a la gente a acudir al Señor y llevar
a otros a él. Deben adoptarse métodos, ejecutarse planes, por los
cuales se enarbolará el estandarte y se enseñará cómo purificarse
de la iniquidad y elevarse por la adhesión a los principios puros y
santos.