Página 442 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

Basic HTML Version

438
Joyas de los Testimonios 2
19:17
. Cuida de vivir mi ley “como las niñas de tus ojos.”
Proverbios
7:2
. Cuando se obedecen las órdenes de Dios, son “vida a los que
las hallan, y medicina a toda su carne.”
Proverbios 4:22
.
Nuestros sanatorios han de ser una fuerza educativa para enseñar
a la gente estas cosas. Aquellos que reciben instrucción pueden
a su vez impartir a otros el conocimiento de los principios que
devuelven la salud y la conservan. Así deben ser nuestros sanatorios
instrumentos para alcanzar a la gente, agentes que les muestren el
mal que produce el desprecio de las leyes de la vida y la salud, y
que les enseñen a mantener el cuerpo en la mejor condición. Deben
[483]
establecerse sanatorios en diferentes países, donde trabajan nuestros
misioneros, para que sean centros desde los cuales se lleve a cabo
una obra de sanidad, restauración y educación.
Contribuyen a ganar almas
Debemos trabajar tanto por la salud del cuerpo como por la
salvación del alma. Nuestra misión es la misma que la de nuestro
Maestro, de quien está escrito que anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos de Satanás. Acerca de su propia obra él dice:
“El espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová;
hame enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos.” “Me ha
enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a
los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los
quebrantados.”
Isaías 61:1
;
Lucas 4:18
. Mientras sigamos el ejemplo
de Cristo en el trabajo para beneficiar a los demás, despertaremos su
interés en el Dios a quien amamos y servimos.
Nuestros sanatorios han de ser, en todos sus departamentos, mo-
numentos para Dios, instrumentos suyos para sembrar las semillas de
la verdad en los corazones humanos. Lo lograrán si son debidamente
dirigidos.
En nuestras instituciones médicas, debe darse a conocer la verdad
viviente de Dios. Muchas de las personas que llegan a ellas tienen
hambre y sed de verdad, y cuando les es presentada correctamente,
la reciben con alegría. Nuestros sanatorios han sido el medio de
enaltecer la verdad para este tiempo y presentarla a millares de per-
sonas. La influencia religiosa que reina en esas instituciones inspira
confianza a los huéspedes. La seguridad de que el Señor preside allí,