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Joyas de los Testimonios 2
estaban presentes empezaron a murmurar diciendo en su corazón:
“¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?” Entonces, para
que supiesen que el Hijo del hombre tenía poder para perdonar los
pecados, Cristo dijo al enfermo: “Levántate, y toma tu lecho, y vete
a tu casa.”
Marcos 2:5-11
. Así demostró el Salvador que unía la obra
de predicar a la de sanar.
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