Página 462 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
La cooperación con Dios
Toda iglesia necesita el poder dominante del Espíritu Santo; y
ahora es el momento de orar por él. Pero en toda la obra que Dios
hace por el hombre, quiere que éste coopere con él. A este fin invita
el Señor a la iglesia a tener una piedad superior, un sentido más justo
del deber, una comprensión más clara de sus obligaciones para con
su Creador. Invita a sus miembros a ser un pueblo puro, santificado
y trabajador. Y la obra caritativa es un medio de lograr esto, porque
el Espíritu Santo se comunica con todos los que prestan servicio a
Dios.
A los que han estado empeñados en esta obra quiero decir:
Continuad trabajando con tacto y habilidad. Despertad a vuestros
compañeros para que trabajen organizados en algún grupo que lleve
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un nombre especial, a fin de cooperar en una acción armoniosa. Con-
seguid que trabajen los jóvenes de uno y otro sexo que hay en las
iglesias. Combinad la obra médico misionera con la proclamación
del mensaje del tercer ángel. Haced esfuerzos regulares y organiza-
dos para sacar a los miembros de la iglesia del nivel muerto en que
han estado durante años. Mandad a las iglesias obreros que vivan de
acuerdo con los principios de la reforma pro salud. Enviad a quienes
puedan ver la necesidad de dominar el apetito, pues de lo contrario
serán una trampa para la iglesia. Ved si entonces no penetrará el
aliento de vida en nuestras iglesias. Es necesario introducir un nuevo
elemento en la obra. El pueblo de Dios debe comprender su gran
necesidad y peligro, y emprender la obra que tenga más a mano.
El Salvador acompaña siempre a quienes se dedican a esta obra,
y pronunciando palabras en sazón y fuera de sazón, ayudan a los
menesterosos y les hablan del amor maravilloso de Cristo hacia ellos.
El impresionará los corazones de los pobres, miserables y cuitados.
Cuando la iglesia acepte la obra que Dios le dió, se cumplirá la
promesa que se le hizo: “Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu
salud se dejará ver presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria
de Jehová será tu retaguardia.”
Isaías 58:8
. Cristo es nuestra justicia;
él va delante de nosotros en esta obra, y la gloria del Señor la sigue.
Todo lo que el cielo contiene aguarda que lo use toda alma que
quiera trabajar en las actividades de Cristo. En la medida en que los
miembros de nuestras iglesias emprendan individualmente la obra