Página 58 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
El mundo visible y el invisible están en estrecho contacto. Si
pudiese alzarse el velo, veríamos a los malos ángeles ciñendo sus
tinieblas en derredor nuestro, y trabajando con todas sus fuerzas para
engañar y destruir. Los hombres perversos están rodeados, incitados
y ayudados por los malos espíritus. El hombre de fe y oración confió
su alma a la dirección divina, y los ángeles de Dios le traen luz y
fuerza del cielo.
Nadie puede servir a dos señores. La luz y las tinieblas no son
más opuestas entre sí que el servicio de Dios y el servicio de Satanás.
El profeta Elías presentó el asunto con toda claridad cuando intrépi-
damente suplicó al apóstata Israel: “Si Jehová es Dios, seguidle; y si
Baal, id en pos de él.”
1 Reyes 18:21
.
Los que se entregan al sortilegio de Satanás, pueden jactarse
de haber recibido gran beneficio por ello, pero ¿prueba esto que su
conducta era prudente o segura? ¿Qué importa que la vida haya sido
prolongada? ¿O que se hayan obtenido o no ganancias temporales?
¿Valdrá la pena, al fin, haber despreciado la voluntad de Dios? Todas
esas ganancias aparentes resultarán al fin una pérdida irreparable.
No podemos quebrantar con impunidad una sola barrera de las que
Dios erigió para proteger a su pueblo contra el poder de Satanás.
Nuestra única seguridad consiste en conservar los antiguos hitos.
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido.”
Isaías 8:20
.
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