Página 86 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
por medio de ellos. Consideren los pobres y débiles mortales cuánta
compasión y tolerancia de Dios y de sus hermanos necesitan ellos
mismos. Tengan cuidado acerca de cómo juzgan y condenan a los
demás. Debemos prestar atención a las instrucciones del apóstol:
“Vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de
mansedumbre; considerándote a ti mismo, porque tú no seas también
tentado.”
Gálatas 6:1
. Podemos caer bajo la tentación, y necesitar
toda la paciencia que se nos llama a ejercer hacia el ofensor. “Con
el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que
medís, os volverán a medir.”
Mateo 7:12
.
El apóstol añade una recomendación a los independientes que
confían en sí mismos: “Porque el que estima de sí que es algo, no
siendo nada, a sí mismo se engaña. ... Porque cada cual llevará su
carga.”
Gálatas 6:3, 5
. El que se considera superior a sus hermanos
en juicio y experiencia, y desprecia su consejo y amonestación, de-
muestra que está peligrosamente seducido. El corazón es engañoso.
Debe probar su carácter y su vida por la norma bíblica. La Palabra de
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Dios derrama una luz infalible sobre la senda de la vida humana. No
obstante las muchas influencias que surgen para desviar y distraer la
mente, los que piden honradamente a Dios sabiduría serán guiados
en el debido camino. Cada hombre deberá al final subsistir o caer
por sí mismo, no según la opinión del partido que le sostiene o se
le opone, ni según el juicio de hombre alguno, sino según sea su
verdadero carácter a la vista de Dios. La iglesia puede amonestar,
aconsejar y advertir, pero no puede obligar a nadie a seguir el ca-
mino recto. Todo aquel que persista en despreciar la Palabra de Dios,
deberá llevar su propia carga, dar cuenta de sí a Dios, y sufrir las
consecuencias de su propia conducta.
El Señor nos ha dado en su Palabra instrucciones definidas e
inequívocas, por cuyo acatamiento podemos conservar la armonía
y la unión en la iglesia. Hermanos y hermanas, ¿estáis prestando
atención a estas recomendaciones inspiradas? ¿Leéis la Biblia y
obráis de acuerdo con ella? ¿Estáis esforzándoos por cumplir la
oración de Cristo, de que sus discípulos estuviesen unidos? “Mas
el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros
seáis unánimes según Cristo Jesús; para que concordes, a una boca
glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.”
Romanos
15:5, 6
. “Resta, hermanos, que tengáis gozo, seáis perfectos, tengáis