Página 125 - Mente, C

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Controversia: positiva y negativa
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desprecio que se le haga. Tiene que agitarse el espíritu del pueblo;
todo conflicto, todo vituperio, todo esfuerzo por limitar la libertad
de conciencia son instrumentos de Dios para despertar las mentes
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que de otra manera dormirían.—
El Discurso Maestro de Jesucristo,
31, 32 (1896)
.
Las disensiones de los padres influyen sobre los hijos
—Los
padres crean en extenso grado la atmósfera que reina en el círculo
del hogar, y donde hay desacuerdo entre el padre y la madre, los
niños participan del mismo espíritu. Impregnad la atmósfera de
vuestro hogar con la fragancia de un espíritu tierno y servicial. Si
os habéis convertido en extraños y no habéis sido cristianos de
acuerdo con la Biblia, convertíos, porque el carácter que adquiráis
durante el tiempo de gracia será el carácter que tendréis cuando
venga Cristo.—
El hogar adventista, 12 (1894)
.
Las contiendas crean problemas
—Como familia, podemos ser
felices o desgraciados. Eso depende de nosotros. Nuestra propia
conducta determinará el futuro. Ambos cónyuges necesitan suavizar
las aristas de sus caracteres, y pronunciar sólo palabras de las que
no tengan que avergonzarse en el día de Dios... Pueden llegar a
discutir acerca de cosas que no valen la pena, y como resultado
de ello obtendrán problemas. La senda de los rectos es de paz. Es
tan llana que el hombre humilde, temeroso de Dios, puede caminar
por ella sin tropezar y sin desviarse. Es estrecha; pero hombres de
diferentes temperamentos pueden caminar lado a lado por ella, si
sólo siguen al Capitán de su salvación.—
Testimonies for the Church
4:502, 503 (1880)
.
Los castigos y los enojos producen rebelión
—Las palabras
ásperas y enojadas no son de origen celestial. Renegar y regañar
nunca ayudan. Por el contrario despiertan los peores sentimientos
en el corazón humano. Cuando vuestros niños proceden mal y están
llenos de rebeldía y os sentís tentados a hablar y actuar ásperamente,
esperad antes de corregirlos. Dadles una oportunidad de pensar y
serenad vuestro ánimo.
Al tratar bondadosa y tiernamente a vuestros niños, recibiréis la
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bendición del Señor. ¿Pensáis que en el día del juicio de Dios habrá
alguien que se lamente de haber sido paciente y bondadoso con sus
niños?—
Conducción del Niño, 230 (1903)
.