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Mente, Cáracter y Personalidad 2
Al empezar no se tendrán presentes todos estos pasos sucesivos,
ni se los contará; pero fijando la mirada en Jesús, y teniendo sólo
en vista la gloria de Dios, progresaréis. No podéis alcanzar en un
día la plenitud de la medida de la estatura de Cristo, y os sumiríais
en la desesperación si pudieseis contemplar todas las dificultades
que hay que afrontar y vencer. Tenéis que contender con Satanás,
quien tratará por toda estratagema posible, de apartar vuestra mente
de Cristo.—
Mensajes para los Jóvenes, 42, 43 (1893)
.
Fidelidad en las cosas pequeñas (consejo a un joven)
—Su
caso es similar en muchos aspectos al de Naamán. Ud. no cree que
para perfeccionar un carácter cristiano hay que considerar lo que
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se refiere a la fidelidad en las cosas pequeñas. Aunque le parezcan
pequeñas las cosas que se le pide que haga, son deberes que tendrá
que cumplir mientras viva. El descuido de esas cosas producirá una
gran deficiencia en su carácter. Ud., mi querido hijo, debe adiestrarse
para ser fiel en las cosas pequeñas. No puede agradar a Dios a menos
que lo haga. No puede obtener amor y afecto a menos que haga las
cosas como se le piden, con buena disposición y con placer. Si Ud.
quiere que las personas con quienes vive lo amen, debe mostrarles
amor y respeto.—
Testimonies for the Church 2:310 (1869)
.
El carácter debe ser probado
—Hace una gran diferencia el
material que se usa en la edificación del carácter. El largamente
esperado día de Dios pronto probará la obra de cada hombre. “La
obra de cada uno se hará manifiesta... por el fuego”.
1 Corintios
3:13
. Así como el fuego revela la diferencia entre el oro, la plata, las
piedras preciosas, la madera, el heno y la hojarasca, así también el
día del juicio pondrá a prueba los caracteres, mostrando la diferencia
entre los caracteres formados a la semejanza de Cristo y los que
son formados a la semejanza del corazón egoísta. Todo egoísmo,
toda falsa religión aparecerán entonces tal como son. El material
inservible será consumido, pero nunca perderá su valor el oro de
la fe verdadera, sencilla y humilde. Nunca podrá ser consumido,
porque es imperecedero. Se verá que una hora de transgresión es una
gran pérdida, mientras que se contemplará que el temor de Jehová
es el principio de la sabiduría. El placer de la complacencia propia
perecerá como hojarasca, en tanto que permanecerá para siempre el
oro de un principio firme, mantenido a cualquier costo.—
Comentario
Bíblico Adventista 6:1087, 1088 (1900)
.