Página 180 - Mente, C

Basic HTML Version

176
Mente, Cáracter y Personalidad 2
pecado: la transforma. Por medio de su gracia, la maldición se
convierte en bendición.—
La Educación, 148 (1903)
.
2—La ley de Dios en el mundo físico
Leyes que surgen del amor
—Las leyes de Dios se fundan en
[587]
una inmutable rectitud, y han sido conformadas para promover la
felicidad de los que las obedecen.—
HHD 269 (1888)
.
Los principios que cada instrumento humano debe obedecer flu-
yen del corazón de amor infinito.—
Mensajes Selectos 2:247 (1893)
.
La ley del servicio
—Los seguidores de Cristo han sido redi-
midos para servir. Nuestro Señor enseña que el verdadero objeto
de la vida es el ministerio. Cristo mismo fue obrero, y a todos sus
seguidores les presenta la ley del servicio, el servicio a Dios y a sus
semejantes. Aquí Cristo presenta al mundo un concepto más elevado
acerca de la vida de lo que jamás ellos habían conocido. Mediante
una vida de servicio en favor de otros, el hombre se pone en íntima
relación con Cristo. La ley del servicio viene a ser el eslabón que
nos une a Dios y a nuestros semejantes.—
Palabras de Vida del Gran
Maestro, 262; 228 (1900)
.
La ley establece que nadie vive para sí mismo
—Bajo la direc-
ción de Dios, Adán debía quedar a la cabeza de la familia terrenal y
mantener los principios de la familia celestial. Ello habría ocasiona-
do paz y felicidad. Pero Satanás estaba resuelto a oponerse a la ley
de que nadie “vive para sí”.
Romanos 14:7
. El deseaba vivir para sí.
Procuraba hacer de sí mismo un centro de influencia. Eso incitó la
rebelión en el cielo, y la aceptación de este principio de parte del
hombre trajo el pecado a la tierra. Cuando Adán pecó, el hombre
quedó separado del centro ordenado por el cielo. El demonio vino a
ser el poder central del mundo. Donde debía estar el trono de Dios,
Satanás colocó el suyo. El mundo trajo su homenaje, como ofrenda
voluntaria, a los pies del enemigo.—
Consejos para los Maestros
Padres y Alumnos, 33; 29, 30 (1913)
.
Enseñad a los niños a obedecer las leyes de la naturaleza y
de la revelación
—Vosotros que tenéis sobre vuestro corazón el bien
de vuestros hijos y queréis verlos crecer con gustos y apetitos no
pervertidos, debéis abriros paso con perseverancia y urgencia contra
los sentimientos y las prácticas populares. Si queréis prepararlos
[588]