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La felicidad
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bendición. Jesús es la sustancia, la gloria, la fragancia y la vida
misma. “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida”.
Juan 8:12
. Por lo tanto, el camino real que se ha
dado a los redimidos para que anden por él no constituye tinieblas
desanimadoras. Si no fuera por Jesús, nuestro peregrinaje verdadera-
mente sería solitario y doloroso. El dice: “No os dejaré huérfanos”.
Juan 14:18
. Por lo tanto reunamos todas las preciosas promesas.
Repitámoslas durante el día y meditemos en ellas durante la noche,
y estemos gozosos.—
Mensajes Selectos 2:279, 280 (1892)
.
La felicidad no es para los que quieren hacer su voluntad
Jesús quiere que seáis felices, pero no podéis serlo si seguís vuestro
propio camino, y los impulsos de vuestro corazón... Nuestras nocio-
nes, nuestras peculiaridades, son enteramente humanas, y no debe
dejarse que predominen sobre nosotros. El yo debe ser crucificado,
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no una vez u otra, sino diariamente, y lo físico, mental y espiritual
debe subordinarse a la voluntad de Dios. La gloria de Dios, la per-
fección del carácter cristiano, debe ser el blanco y el propósito de
nuestra vida. Los seguidores de Cristo deben imitarlo en su dispo-
sición... El lema es
como Cristo
, no como vuestro padre o vuestra
madre, sino como Jesucristo, ocultos en Cristo, vestidos de la justi-
cia de Cristo, imbuidos con el espíritu de Cristo.—
Nuestra Elavada
Vocacion, 31 (1882)
.
La felicidad egoísta es desequilibrada
—La felicidad buscada
por motivos egoístas, fuera de la senda del deber, es desequilibrada,
espasmódica y transitoria; pasa y deja el alma vacía y triste; mas
en el servicio de Dios hay gozo y satisfacción; no se abandona al
cristiano en caminos inciertos; no se lo abandona a pesares vanos
y contratiempos. Si no tenemos los placeres de esta vida, podemos
aun gozarnos mirando la vida venidera.—
El Camino a Cristo, 126
(1892)
.
El corazón que está en paz con Dios
—En la raíz de la ruina de
muchos hogares se encuentra la pasión por la ostentación. Hombres
y mujeres calculan y hacen planes para conseguir recursos con el fin
de parecer más ricos que sus vecinos; pero aunque puedan triunfar en
su lucha desesperada, no son verdaderamente felices. La verdadera
felicidad brota de un corazón en paz con Dios
1 Pedro 3:3-4
.—
Comentario Bíblico Adventista 7:953 (1902)
.