Página 29 - Mente, C

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El régimen alimentario y la mente
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presta la debida atención a las leyes de la salud, el trabajo mental
ofrece poco peligro, pero en muchos casos del así llamado fracaso
mental, lo que cansa el cuerpo y debilita la mente es el hábito de
sobrecargar el estómago.—
La Educación, 205 (1903)
.
La complacencia del apetito embota los más nobles senti-
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mientos de la mente
—La complacencia del apetito al comer dema-
siado es glotonería. La gran variedad de alimentos que a menudo
se ingieren en una sola comida es suficiente para producir un es-
tómago y un temperamento desordenados. Por eso Dios requiere
de cada ser humano que coopere con él, para que nadie traspase
su propio límite al comer en exceso o al participar de alimentos
inapropiados. Esta complacencia fortalece las inclinaciones anima-
les y embota los más nobles sentimientos de la mente. Todo el ser
se degrada, y el instrumento humano se convierte en un esclavo del
apetito al mimar y complacer sus propias pasiones degradantes y
sensuales.—
Manuscrito 113, 1898
.
El exceso de comida produce olvido y pérdida de la memoria
(consejo a un amante de la comida)
—Ud. es un glotón cuando se
sienta a la mesa. Esta es la gran causa de sus olvidos y falta de
memoria. Ud. dice cosas (yo sé que las ha dicho) que luego cambia
completamente, afirmando que ha dicho algo diferente de lo que ha
dicho. Yo me enteré de esto, pero lo pasé por alto considerando que
era un seguro resultado de la sobrealimentación. No valía la pena
hablar de ello. No curaría el mal.—
CRA 164 (1895)
.
El exceso de comida embota las emociones
—La intempe-
rancia en el comer, aunque se trate de alimentos de la debida calidad,
tendrá una influencia agotadora sobre el organismo y embotará las
emociones más sensibles y santas. La temperancia estricta en el
comer y beber es altamente esencial para la sana conservación y el
ejercicio vigoroso de todas las funciones del cuerpo.
Los hábitos estrictamente temperantes, combinados con el ejer-
cicio de los músculos tanto como de la mente, conservarán el vigor
mental y físico y darán fuerza y resistencia a los que se dedican
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al ministerio, a los redactores y a todos los demás cuyos hábitos
sean sedentarios. Como pueblo, a pesar de que profesamos practicar
la reforma pro salud, comemos demasiado. La complacencia del
Véase “El comer en exceso”, de
Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 35
.