Página 31 - Mente, C

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El régimen alimentario y la mente
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actividades intensas, inclinaciones sensuales, y debilita la naturaleza
moral y espiritual. “La carne... [lucha] contra el Espíritu, y el...
Espíritu... contra la carne”.
Gálatas 5:17
.
Necesitamos muchísimo animar y cultivar pensamientos puros
y castos, y fortalecer las facultades morales en lugar de hacerlo
con las tendencias subalternas y carnales. ¡Quiera Dios ayudarnos
a despertar de nuestros apetitos y nuestra complacencia propia!—
Carta 72, 1896
;
Medical Ministry, 277, 278
.
El consumo de carne y la disposición de ánimo
—Por lo gene-
ral, el Señor no proveyó para su pueblo alimentos a base de carne en
el desierto, porque sabía que el uso de ese régimen crearía enferme-
dad e insubordinación. A fin de modificar la disposición, y con el
propósito de poner en activo ejercicio las facultades más elevadas
de la mente, quitó de ellos la carne de los animales muertos.—
CRA
448 (1898)
.
Consecuencias del consumo de carne de cerdo
—El consumo
de carne de cerdo no daña únicamente la salud física. La mente es
afectada y la delicada sensibilidad queda embotada por el uso de
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este tosco alimento.—
CRA 470 (1865)
.
Quien come imprudentemente se descalifica para ser conse-
jero
—El azúcar no es buena para el estómago. Produce fermentación
y esto obnubila el cerebro y causa irritabilidad en la disposición de
ánimo. Y está probado que dos comidas son mejor que tres para la
salud del organismo
Qué lástima que a menudo, cuando debería ejercerse la mayor
abnegación, el estómago está lleno de una masa de alimento malsano,
que permanece allí para descomponerse. La aflicción del estómago
afecta el cerebro. El que come imprudentemente no se da cuenta de
que se está descalificando para dar un consejo sabio, a fin de trazar
planes para el mayor progreso de la obra de Dios. Pero así es. No
puede discernir las cosas espirituales, y en las reuniones de la junta,
cuando debería decir “sí” y “amén”, dice “no”. Hace propuestas que
no vienen al caso. El alimento que ingirió ha sumido en la penumbra
sus facultades mentales.
La complacencia propia descalifica al instrumento humano para
dar testimonio en favor de la verdad. La gratitud que ofrecemos a
Véase “Número de comidas”, de
Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 205-212
.