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Capítulo 80—La ciencia satánica de la exaltación
propi
Peligro de la teoría del poder inherente del hombre
—Si Sa-
tanás puede anublar y engañar la mente humana al punto de inducir
a los mortales a creer que hay en ellos un poder inherente para llevar
a cabo grandes y buenas obras, dejarán de confiar en que Dios hará
por ellos lo que creen que tienen poder para hacer por sí mismos. No
le darán a Dios la gloria que él demanda, y que debemos a su grande
y excelente Majestad. De esta manera Satanás alcanzará su objetivo,
y se alegrará de que el hombre caído se exalte presuntuosamente a
sí mismo.—
Testimonies for the Church 1:294 (1862)
.
El hombre como su propia norma de carácter
—Satanás sedu-
ce hoy a los hombres como sedujo a Eva en el Edén: lisonjeándolos,
alentando en ellos el deseo de conocimientos prohibidos y desper-
tando en ellos la ambición de exaltarse a sí mismos. Fue alimentando
los mismos males que causaron su caída, y por ellos trata de acarrear
la ruina de los hombres. “Y seréis como Dios—dijo él—, conoce-
dores del bien y del mal”.
Génesis 3:5 (VM)
. El espiritismo enseña
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“que el hombre es un ser susceptible de desarrollo; que su destino
consiste en progresar hacia la divinidad desde su nacimiento hasta
la eternidad”. Además asegura que “cada inteligencia se juzgará a sí
misma y no será juzgada por otra”. “El juicio será justo, porque será
el juicio que uno haga de sí mismo... El tribunal está interiormente
en vosotros”. Un maestro espiritista dijo cuando “la conciencia espi-
ritual” se despertó en él: “Todos mis semejantes eran semidioses no
caídos”. Y otro aseveró: “Todo ser justo y perfecto es Cristo”.
Así, en lugar de la justicia y perfección del Dios infinito, que es
el verdadero objeto de la adoración, en lugar de la justicia perfecta
de la ley, que es el verdadero modelo de la perfección humana,
Satanás ha colocado la naturaleza pecadora del hombre sujeto a error,
como único objeto de adoración, única regla del juicio o modelo del
Véase la Sección VI, “El egoísmo y el respeto propio”.
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