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Mente, Cáracter y Personalidad 2
un área diferente. Dios ha presentado un campo demasiado amplio
para perfeccionar el conocimiento de la ciencia y la religión. Este
conocimiento debía ser obtenido bajo supervisión divina; dependía
de la inmutable ley de Jehová, y el resultado habría sido la perfecta
felicidad.—
Testimonies for the Church 5:503 (1889)
.
La ciencia es poder
—Un conocimiento de la verdadera ciencia
es poder; y es propósito de Dios que se lo enseñe en nuestras escuelas
como preparación para la obra que ha de preceder a las escenas
finales de la historia de esta tierra.—
Consejos para los Maestros
Padres y Alumnos, 20; 19 (1913)
.
Armonía entre ciencia y religión
—El colegio de Battle Creek
[primer colegio adventista] fue fundado para enseñar las ciencias y
al mismo tiempo conducir a los estudiantes al Salvador, de quien
proviene todo verdadero conocimiento. La educación adquirida sin
la religión de la Biblia carece de su verdadero resplandor y de su
gloria.
Yo procuro imprimir en nuestros alumnos la idea de que nuestro
colegio debe ocupar una posición más elevada, desde el punto de
vista educacional, que cualquiera otra institución de enseñanza. Así
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presento a los jóvenes opiniones, propósitos y objetivos más nobles
para la vida, y propongo educarlos para que tengan un correcto
conocimiento del deber del hombre y de los intereses eternos. El
gran objetivo que se tuvo en vista al fundar nuestro colegio fue
proporcionar opiniones correctas, al demostrar la armonía que existe
entre la ciencia y la religión de la Biblia.—
Testimonies for the
Church 4:274 (1879)
.
Es necesario conocer la ciencia y recibir una buena educa-
ción
—Los jóvenes que deseen entrar en el campo como predicadores
o colportores, primero deben recibir un adecuado grado de prepara-
ción mental y adiestramiento especial para su vocación. Los que no
están educados, preparados ni refinados, no están listos para entrar en
un campo donde las poderosas influencias del talento y la educación
combaten las verdades de la Palabra de Dios. Ni tampoco pueden
hacer frente con éxito a las extrañas formas de error que combinan
religión y filosofía, cuya refutación requiere un conocimiento de
la verdad tanto científica como bíblica.—
Obreros Evangélicos, 84
(1915)
.