Página 377 - Mente, C

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Influencias negativas sobre la mente
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instrumento de injusticia. Todo el ser está enfermo—cuerpo, alma y
espíritu—pero había sido provisto un remedio para la santificación
de la humanidad. La mente y el cuerpo no santificados pueden re-
cibir purificación. Se ha hecho una maravillosa provisión para que
podamos recibir perdón y salvación.—
Carta 139, 1898
.
Quienquiera observe sencillez en todos sus hábitos, domine el
apetito y controle las pasiones, podrá conservar fuertes, activas y
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vigorosas sus facultades mentales. Rápidas para percibir todo lo que
demande pensamiento y acción, sensibles para discriminar entre lo
santo y lo profano, y listas para dedicarse a toda empresa que redunde
en gloria para Dios y en beneficio para la humanidad.—
HHD 88
(1881)
.
Cuando se carece de una actitud mental saludable
—Quienes
caen en la trampa de Satanás no han llegado a tener una actitud
mental saludable. Están ofuscados, se dan importancia y son au-
tosuficientes. Oh, con qué pesar los mira el Señor y escucha sus
grandilocuentes palabras llenas de vanidad. Están inflados de orgu-
llo. El enemigo los mira con sorpresa al ver que puede cautivarlos
con tanta facilidad.—
Carta 126, 1906
.
La trampa del enemigo es el exceso de confianza
—Cuán vano
es el auxilio del hombre cuando el poder de Satanás se ejerce sobre
un ser humano que se ha exaltado a sí mismo y no sabe que está
participando de la ciencia de Satanás. En su confianza propia entra
directamente en la trampa del enemigo, y cae en sus redes. No hizo
caso de las advertencias que se le dieron y cayó presa de Satanás. Si
hubiera caminado humildemente con Dios, habría corrido al lugar de
refugio que Dios le había preparado. En tiempos de peligro habría
estado seguro, porque Dios habría levantado bandera en favor de él
frente al enemigo.—
Carta 126, 1906
.
El corazón es depravado por naturaleza
—A fin de compren-
der correctamente esta cuestión, debemos recordar que nuestros
corazones son depravados por naturaleza, y que somos incapaces,
por nosotros mismos, de seguir una conducta correcta. Solamente
por la gracia de Dios, combinada con los esfuerzos más sinceros
de nuestra parte, podemos obtener la victoria.—
Nuestra Elavada
Vocacion, 113 (1881)
.
Los malos hábitos impiden el desarrollo
—Cualquier hábito o
práctica que debilite los nervios, las facultades del cerebro o la fuerza
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