Página 45 - Mente, C

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La mente y la salud espiritual
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parte de la fuerza y la actividad físicas; todo lo que promueva la
salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter
equilibrado.—
La Educación, 195 (1903)
.
Cuerpo: medio de expresión de la mente y el alma
—El cuer-
po es un medio muy importante para desarrollar la mente y el alma
en la edificación del carácter. De ahí que el adversario de las almas
encauce sus tentaciones para debilitar y degradar las facultades físi-
cas. El éxito que obtiene de ello significa con frecuencia la entrega
de todo el ser al mal. A menos que las tendencias de la naturaleza
física estén dominadas por un poder superior, obrarán con certi-
dumbre ruina y muerte. El cuerpo debe ser puesto en sujeción a las
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facultades superiores del ser. Las pasiones deben ser controladas
por la voluntad, que debe estar a su vez bajo el control de Dios. La
facultad regia de la razón, santificada por la gracia divina, debe regir
la vida.
El poder intelectual, el vigor físico y la longevidad dependen de
las leyes inmutables. Mediante la obediencia a esas leyes, el hombre
puede ser vencedor de sí mismo, vencedor de sus propias inclina-
ciones, vencedor de principados y potestades, de los “gobernadores
de las tinieblas” y de las “malicias espirituales en los aires”.
Efesios
6:12
.—
La Historia de Profetas y Reyes, 359 (1917)
.
La mente recibe energía vital por medio del cerebro
—El Se-
ñor quiere que nuestras mentes sean claras y precisas, capaces de
ver puntos importantes en su Palabra y en su servicio, para hacer
su voluntad, para depender de su gracia, para intercalar en su obra
una clara conciencia y una mente agradecida. Esta clase de alegría
fomenta la circulación de la sangre. Se le imparte energía vital a la
mente por medio del cerebro; por eso éste nunca debería ser seda-
do por medio de narcóticos ni excitado por medio de estimulantes.
El cerebro, los huesos y los músculos deben ser conducidos para
que actúen armoniosamente, de manera que todos funcionen como
máquinas bien reguladas, que trabajen sincronizadamente, sin que
ninguno sea demasiado exigido.—
Carta 100, 1898
.
La dispepsia influye para que la vida religiosa sea incierta
Los principios de la reforma pro salud deberían incorporarse a la
vida de cada cristiano. Los hombres y las mujeres que pasan por
alto estos principios no pueden ofrecerle a Dios una devoción pura