Página 47 - Mente, C

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La mente y la salud espiritual
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atender a los muchos casos aflictivos de enfermedades de la men-
te y del corazón que está llamado a tratar. Si ignora el poder de
la gracia divina, no podrá ayudar al afligido, sino que agravará la
dificultad; pero si tiene firme confianza en Dios podrá ayudar a la
mente enferma y perturbada. Podrá dirigir sus pacientes a Cristo, en-
señarles a llevar todos sus cuidados y perplejidades al gran Portador
de cargas.—
Joyas de los Testimonios 2:144 (1885)
.
Cristo ilumina la mente
—El médico nunca debería inducir a
sus pacientes a que fijen su atención el él. Debería enseñarles a
aferrarse, con la mano temblorosa de la fe, de la mano extendida del
Salvador. Entonces la mente se iluminará con la luz que irradia de la
Luz del mundo.—
Carta 120, 1901
.
La verdad tiene un poder tranquilizador
—El poder tranqui-
lizador de la verdad pura, vista, vivida y mantenida en todos sus
aspectos, es de un valor que no puede expresarse en palabras a la
gente que está sufriendo de alguna enfermedad. Mantengan siempre
delante del enfermo que sufre la compasión y la ternura de Cristo, y
despierten siempre su conciencia para que crea en su poder de aliviar
el sufrimiento, y condúzcanlo a la fe y a la confianza en él, el gran
Sanador, y habrán ganado un alma y a menudo una vida.—
Carta 69,
1898
;
Medical Ministry, 234, 235
.
La verdadera religión ayuda a restaurar la salud (palabras
dirigidas a pacientes de un sanatorio que asistían a las reunio-
nes de la iglesia local)
—Cristo es nuestro gran médico. Muchos
hombres y mujeres acuden a esta institución médica [el Sanatorio
de Santa Elena] con la esperanza de recibir un tratamiento que les
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prolongue la vida. Hacen un gran esfuerzo para venir aquí.
¿Por qué cada uno de los que acude al sanatorio para buscar
auxilio físico, no acude a Cristo para buscar auxilio espiritual? ¿Por
qué no puede Ud., mi hermano, mi hermana, albergar la esperanza
de que si acepta a Cristo, él añadirá su bendición a los medios
que se emplean aquí para la restauración de su salud? ¿Por qué no
puede tener fe para creer que él cooperará con sus esfuerzos para
recuperarse, porque quiere que Ud. esté bien? El quiere que Ud.
tenga una mente clara de manera que pueda apreciar las realidades
eternas; él quiere que Ud. tenga tendones y músculos sanos de
manera que pueda glorificar su nombre al usarlos en su servicio.—
Manuscrito 80, 1903
.