Página 62 - Mente, C

Basic HTML Version

58
Mente, Cáracter y Personalidad 2
divino que incluso los mejores hombres no tengan todos el mismo
carácter.—
Manuscrito 116, 1898
.
Respetándose mutuamente
—Cada uno de nosotros tiene una
[442]
obra que hacer. Podemos ser de diferentes nacionalidades, pero todos
debemos ser uno en Cristo. Si permitimos que las peculiaridades de
carácter y de disposición nos separen aquí, ¿cómo podemos esperar
vivir juntos en el cielo? Debemos tener amor y respeto unos por
otros. Debe existir entre nosotros la unidad por la cual Cristo oró.
Hemos sido comprados por precio y debemos glorificar a Dios en
nuestros cuerpos y en nuestros espíritus.—
Manuscrito 20, 1905
.
Fracasaremos completamente si copiamos a los demás
—Si
alguien trata de copiar el carácter de otro hombre, fracasará comple-
tamente. Cada persona debe mirar a Dios por sí misma, y trabajar
a conciencia y con fidelidad con los talentos que Dios le ha dado.
“Ocupaos en
vuestra
salvación con temor y temblor, porque Dios es
el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad”.
Filipenses 2:12, 13
. Está en usted, mi hermano,
en usted
;
no en otro por usted.
Usted
debe tener una experiencia individual.
Entonces se regocijará en usted mismo, no en otro.—
Manuscrito
116, 1898
.
Cada mente tiene una fortaleza peculiar
—Me da pena ver el
poco valor que se le adjudica a hombres a quienes Dios ha usado y
que aún desea usar. Quiera el Señor que la mente de cada hombre
no siga en los canales de la mente de otro hombre. La mente de
un hombre puede ser exaltada por algunos como si en todo sentido
fuera superior, pero cada mente tiene sus debilidades y sus fortalezas
peculiares. La mente de un hombre suplirá la deficiencia de otro.
Pero si todos trabajan sometidos a la misma rienda, y se los anima
a mirar, no a los hombres para saber cuál es su deber, sino a Dios,
se desarrollarán bajo la dirección del Espíritu Santo, y trabajarán en
unidad con sus hermanos. Uno suplirá lo que a otro le falta.—
Carta
50, 1897
.
No hay que modelar las mentes de los demás
—Dios le ha
dado a cada hombre una responsabilidad individual. “Ocupaos en
[443]
vuestra salvación con temor y temblor”. Un hombre no debe ocupar-
se en la salvación de otro hombre. No debe convertirse en la copia
de la mente de otro. Se le pide que obre según su capacidad y de
acuerdo con la habilidad que Dios le ha dado. Nadie, no importa cuál