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Mente, Cáracter y Personalidad 2
fueron destinadas. No tenemos derecho a descuidar ninguna de las
facultades que Dios nos ha dado.
Vemos monomaníacos en todas partes. Con frecuencia son cuer-
dos acerca de todos los temas menos uno. La razón de ello es que un
órgano de la mente se ejercitó especialmente mientras se dejó dormir
a los demás. El que estuvo en constante uso se gastó y enfermó, y el
hombre naufragó. Dios no fue glorificado por esta conducta. Si el
hombre hubiese ejercitado de igual manera todos los órganos, éstos
habrían alcanzado un desarrollo sano; no se habría impuesto todo el
trabajo a uno y por lo tanto, ninguno se habría arruinado.—
Joyas de
los Testimonios 1:291 (1872)
.
La mente se estimula cuando tiene un propósito
Deberíamos tener un objetivo, un propósito en la vida. Si no hay
propósito, hay inclinación a la indolencia; pero donde hay en vis-
ta un objetivo suficientemente importante, todas las facultades de
la mente se pondrán en espontánea actividad. Para lograr el éxito
en la existencia, los pensamientos deben estar permanentemente
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fijos en el objeto de la vida, y no se los debe dejar vagar, ni que
se ocupen en cosas sin importancia, ni que se satisfagan con una
ociosa meditación contemplativa, que es el resultado de esquivar
la responsabilidad. La edificación de castillos en el aire deprava la
mente.—
Testimonies for the Church 2:429 (1870)
.
El estómago sobrecargado debilita las facultades mentales
Generalmente no se enseña a los niños la importancia de cuándo,
cómo y qué deben comer. Se les permite satisfacer sus gustos a
voluntad, comer a toda hora, servirse fruta cuando les da la gana, y
esto, acompañado de pasteles y tortas, pan, mantequilla y fiambres
que consumen constantemente, los vuelve golosos y dispépticos.
Los órganos digestivos, como molino que se hace trabajar sin cesar,
se debilitan, se exige la fuerza vital del cerebro, para que auxilie al
estómago en su recargo de trabajo, y así las facultades mentales se
debilitan. El estímulo anormal y el desgaste de las fuerzas vitales
los vuelve nerviosos, impacientes por la restricción, dominados por
su voluntad e irritables.—
CRA 215 (1877)
.
El desarrollo como resultado del esfuerzo
—Debe enseñarse
a los niños que el desarrollo tanto de las facultades mentales co-
mo de las físicas depende de ellos; es el resultado del esfuerzo.—
Conducción del Niño, 191 (1882)
.