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La culpa
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Las crisis a menudo indican la Fuente de fortaleza
—Dios a
menudo conduce a los hombres a una crisis para mostrarles cuáles
son sus debilidades, y para señalarles la Fuente de la fortaleza. Si
oran y velan en oración, y luchan con valentía, sus puntos débiles
se convertirán en puntos fuertes. La experiencia de Jacob contiene
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varias lecciones valiosas para nosotros. Dios le enseñó que con su
propia fuerza nunca lograría la victoria, y que tenía que luchar con
Dios para alcanzar fuerza de lo alto.—
Manuscrito 2, 1903
.
Recordemos la gracia de Cristo
—Cuando Jacob pecó, enga-
ñando a Esaú, y huyó de la casa de su padre, estaba abrumado por
el sentimiento de culpa. Solo y abandonado como estaba, separado
de todo lo que le hacía preciosa la vida, el único pensamiento que
sobre todos los otros oprimía su alma, era el temor de que su pecado
lo hubiera apartado de Dios, que fuese abandonado del cielo.
En medio de su tristeza, se recostó para descansar sobre la tierra
desnuda. Lo rodeaban sólo las solitarias montañas, y la bóveda
celeste lo cubría con su manto de estrellas. Mientras dormía, una
luz extraordinaria se le apareció en su sueño; y he aquí, de la llanura
donde estaba recostado, una inmensa escalera simbólica parecía
conducir a lo alto, hasta las mismas puertas del cielo, y los ángeles
de Dios subían y descendían por ella; al paso que de la gloria de las
alturas se oyó la voz divina que pronunciaba un mensaje de consuelo
y esperanza.
Así hizo Dios conocer a Jacob aquello que satisfacía la necesidad
y el ansia de su alma: un Salvador. Con gozo y gratitud vio revelado
un camino por el cual él, como pecador, podía ser restaurado a la
comunión con Dios. La mística escalera de su sueño representaba a
Jesús, el único medio de comunicación entre Dios y el hombre.—
El
Camino a Cristo, 18, 19 (1892)
.
La culpa es causa de muchas enfermedades
—El paralítico
halló en Cristo curación, tanto para el alma como para el cuerpo. La
curación espiritual fue seguida por la restauración física. Esta lección
no debe ser pasada por alto. Hay hoy día miles que están sufriendo
de enfermedad física y que, como el paralítico, están anhelando el
mensaje: “Tus pecados te son perdonados”. La carga de pecado, con
su intranquilidad y deseos no satisfechos es el fundamento de sus
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enfermedades. No pueden hallar alivio hasta que vengan al Médico