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Mente, Cáracter y Personalidad 2
vida, como si nuestra felicidad dependiera de las cosas terrenales.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 299 (1890)
.
Una ansiedad indebida
—Dios no condena la prudencia y la
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previsión en el uso de las cosas de esta vida, pero la preocupación
febril y la ansiedad indebida con respecto a las cosas mundanas no
están de acuerdo con su voluntad.—
Consejos sobre Mayordomía
Cristiana, 165 (1887)
.
La ansiedad debilita la energía física
—Las pruebas y penurias
sufridas por Pablo habían socavado sus fuerzas físicas.—
Los Hechos
de los Apóstoles, 403 (1911)
.
Cristianos con corazones ansiosos
—Muchos de los que profe-
san seguir a Cristo se sienten angustiados, porque temen confiarse a
Dios. No se han entregado por completo a él, y retroceden ante las
consecuencias que semejante entrega podría implicar. Pero a menos
que se entreguen así a Dios no podrán hallar paz.—
El Ministerio de
Curación, 381 (1905)
.
Minuto a minuto
—Hay algo acerca de lo cual quiero advertir-
los. No se entristezcan ni se preocupen; no vale la pena hacerlo. No
traten de hacer demasiado. Si no tratan de hacer demasiado, lograrán
hacer mucho más que si intentan llevar a cabo numerosos planes.
Recuerden siempre las palabras de Cristo: “Velad y orad, para que
no entréis en tentación”.
Marcos 14:38
. Cristo es el Salvador per-
sonal de Uds. Crean que su poder salvador se ejerce en favor de
Uds. minuto a minuto, hora tras hora. Está al lado de Uds. en todo
momento de necesidad.—
Carta 150, 1903
.
No crucemos los puentes antes de tiempo
—Ahora queremos
actuar como individuos redimidos por la sangre de Cristo; debemos
regocijarnos en esa sangre y en el perdón de los pecados. Esto
es lo que tenemos que hacer y quiera Dios ayudarnos a apartar
nuestras mentes de las escenas lúgubres y pensar en las cosas que
nos van a dar luz. Quiero mencionar ahora otro texto: “Por nada
estéis afanosos”.
Filipenses 4:6
. ¿Qué significa esto? ¡Vaya! Que no
crucemos el puente antes de haber llegado a él. No nos fabriquemos
un tiempo de angustia antes de que éste llegue. Vamos a llegar a él
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a su tiempo, hermanos. Tenemos que pensar en el día de hoy, y si
hacemos bien las tareas de hoy, estaremos listos para los deberes de
mañana.—
Manuscrito 7, 1888
.