Los tres ángeles y el otro ángel
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una advertencia para cada uno de nosotros individualmente. Se nos
pide que nos despojemos de todo peso y del pecado que con tanta
facilidad nos asedia. Hay una obra que Ud. debe realizar, hermano
mío, y consiste en uncirse con Cristo. Asegúrese que su casa está
construida sobre la roca. No arriesgue la eternidad por una mera
probabilidad. Podría ser que Ud. no viviera para participar de los
acontecimientos peligrosos en los que ahora estamos entrando. La
vida de ninguno de nosotros está asegurada por ningún lapso de
tiempo determinado. ¿No debería Ud. cuidar cada momento? ¿No
debería examinarse a sí mismo detenidamente, y preguntarse: ¿Qué
tiene en reserva para mí la eternidad?
La gran preocupación de cada alma debería ser: ¿Ha sido re-
novado mi corazón? ¿Ha sido transformada mi alma? ¿Han sido
perdonados mis pecados mediante la fe en Cristo? ¿He renacido?
¿Estoy cumpliendo con esta invitación: “Venid a mí todos los que es-
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téis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”.
Mateo 11:28
...
¿Considera Ud. todas las cosas como pérdida en comparación con la
excelencia del conocimiento de Jesucristo? ¿Y considera Ud. que
es su deber creer cada palabra que procede de la boca de Dios?
(Manuscrito 32, 1896).
Dos purificaciones del templo—Dos invitaciones a salir de
Babilonia
Mientras Ud. sostiene firmemente el estandarte de la verdad
y proclama la ley de Dios, que cada alma recuerde que la fe de
Jesús se relaciona con los mandamientos de Dios. Al tercer ángel
se lo presenta volando en medio del cielo, y proclamando en alta
voz: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
Apocalipsis 14:12
. Los
mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel se relacionan
entre sí. No es posible apagar las evidencias de la verdad permanente
y sempiterna de estos grandiosos mensajes, que significan tanto
para nosotros, que han despertado una oposición tan intensa del
mundo religioso. Satanás procura constantemente arrojar su sombra
diabólica sobre estos mensajes para que el pueblo remanente de
Dios no discierna con claridad su importancia, su tiempo y su lugar;