Página 151 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Evítense los conflictos laborales
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Debemos utilizar ahora todas las facultades que se nos han con-
fiado para dar el último mensaje de amonestación al mundo. En
esta hora debemos mantener nuestra individualidad. No hemos de
unirnos con sociedades secretas ni con uniones laborales. Debemos
permanecer libres en Dios, y volvernos constantemente a Cristo en
busca de instrucción. Debemos realizar todos nuestros movimientos
con la comprensión de la importancia de la obra que debe cumplirse
para Dios.—
Testimonies for the Church 7:84 (1902)
.
Desprecio del decálogo
Estas uniones constituyen una de las señales de los últimos
días. Los hombres están siendo unidos en atados listos para ser
quemados. Puede ser que sean miembros de la iglesia, pero mientras
pertenezcan a esas uniones, no pueden guardar los mandamientos de
Dios, porque el pertenecer a esas uniones significa despreciar todo
el Decálogo.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo
como a ti mismo”.
Lucas 10:27
. Estas palabras resumen todo el
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deber del hombre. Implican la consagración de todo el ser: el cuerpo,
el alma y el espíritu, al servicio de Dios. ¿Cómo pueden los hombres
obedecer estas palabras, y al mismo tiempo prometer apoyar aquello
que priva a su prójimo de la libertad de acción? ¿Y cómo pueden
los hombres obedecer estas palabras, y formar combinaciones que
privan a las clases más pobres de las ventajas que les pertenecen
con justicia, y les impiden comprar o vender, a no ser bajo ciertas
condiciones?—
Carta 26, 1903
.
Uniones que se han formado o que se formarán
Los que pretenden ser hijos de Dios en ningún caso deberían
unirse a las uniones laborales que están formadas o que se forma-
rán. El Señor lo prohíbe. ¿No pueden ver aquellos que estudian las
profecías lo que hay delante de nosotros?—
Carta 201, 1902
.
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