Página 232 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
nuestros creyentes hacia quienes fueron los primeros en proclamar
el mensaje (Manuscrito 33, 1890).
Consejo a los que han envejecido en el servicio
Una advertencia al pastor S. N. Haskell
Mientras Ud. está ansioso de hacer todo lo que puede, recuerde,
pastor Haskell, que únicamente por la gran misericordia y la gracia
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de Dios Ud. ha vivido todos estos años para dar su testimonio. No
eche sobre sí las cargas que otros más jóvenes pueden llevar.
Ud. tiene el deber de ser cuidadoso en sus hábitos de vida. Debe
obrar con sabiduría en el uso de sus fuerzas físicas, mentales y
espirituales. Nosotros, los que hemos pasado por tantas y tan variadas
experiencias, debemos hacer todo lo que sea posible para conservar
nuestras fuerzas, a fin de trabajar por el Señor durante tanto tiempo
como él lo permita para promover su obra.
La causa necesita la ayuda de las manos envejecidas, de los obre-
ros de edad, que han tenido muchos años de experiencia en la causa
de Dios; de quienes han visto a muchos convertirse en fanáticos,
recibir con deleite las ilusiones de las teorías falsas, y resistir todos
los esfuerzos realizados para hacer brillar la luz en las tinieblas a
fin de exponer las supersticiones que se estaban introduciendo para
confundir el jucio y tornar ineficaz el mensaje de la verdad que debe
darse en este tiempo con toda pureza al pueblo remanente de Dios.
Muchos de los leales siervos de Dios han dormido en Jesús.
Apreciamos enormemente la ayuda de los que aún permanecen con
vida. Estimamos su testimonio. Lea el primer capítulo de la primera
epístola de Juan, y luego alabe a Dios porque a pesar de sus muchos
padecimientos, Ud. todavía puede dar testimonio para él...
Los pastores Smith y Loughborough
Podemos contar fácilmente a los que llevaron la carga al co-
mienzo y que aún permanecen con vida [en 1902]. El pastor [Urías]
Smith se relacionó con nosotros al comienzo de nuestras actividades
editoriales. Trabajó con mi esposo. Espero ver siempre su nombre
en la
Review and Herald,
a la cabeza de la lista de los redactores,
porque así es como debería ser. Los que comenzaron la obra, los que